Este verano ha sido una auténtica plaga lo de voltear las piedras del fondo de la dársena, principalmente entre la orilla y la Barra Grande. Hay quienes se han dedicado incluso a hacer montones con las piedras, una verdadera aberración medioambiental.
Voltear las piedras causa un gran daño a la fauna que las habita, devastando un microcosmos por puro capricho.
Las razones para voltear las piedras pueden ser diversas, desde el furtivismo hasta el simple deseo de causar daño.
Hemos denunciado, en los últimos años, el volteo de piedras en el fondo de Las Canteras, sin que haya servido para detener esta actividad prohibida y dañina para el medio ambiente.
Voltear o intentar romper rocas del fondo es considerado un delito ecológico, prohibido por las Ordenanzas de Playas, Paseos Marítimos y el resto del litoral de Las Palmas de Gran Canaria, y está sancionado con una multa de 300 euros.
Atrapar y sancionar a los infractores por esta práctica es casi imposible, especialmente cuando la policía turística ha desaparecido de la playa. Ojalá algún día contemos con una policía medioambiental comprometida con la protección de nuestras playas y costas.
Abiertas las inscripciones para el VII Open LPA Surf City, prueba del circuito nacional de surf que se disputa del 6 al 10 de noviembre en La Cícer con 10.000 € en premios.
Sus dimensiones eran un metro y sesenta centímetros de largo por noventa de ancho en el caparazón. Su peso se aproximaba a unos trescientos kilogramos.