Las dos escolleras construidas a principios de los años sesenta y que actualmente se denominan “Los Muellitos” fueron realizadas con el único fin de captar agua sin arena para refrigerar las turbinas de la desaparecida central eléctrica de la Cícer. El agua llegaba a central mediante un sistema de tuberías y pocetas que estaban situadas bajo el nivel del mar.
Con la construcción de estas escolleras en los años 60 por la empresa Agroman, cambió para siempre las corrientes y el fluir de la arena de la playa de Las Canteras.
En el dique exterior, el que da a la playa, hay grabada en una roca una cruz y en la parte posterior de la misma, un charco con forma de pila de agua.
Cerrando la ensenada que forma ambos espigones por su norte, se encuentra un trozo de barra emergida que se denomina Baja Nuñez o Majaluña.
En el año 2014, la concejalía de Ciudad de Mar, que gestionaba Mimí González, quiso llevar la arena sobrante de la Playa Grande a Los Muellitos y hacer allí, entre los diques, una playa con 9,000-10,000 metros cúbicos de arena. El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente no se lo permitió.