Tenis playa en Playa Grande: los mejores jugadores de tenis playa del planeta ya compiten en las primeras rondas del Sand Series Classic. Los favoritos no han decepcionado, venciendo en su debut con partidos espectaculares.
Si alguna vez te has preguntado por el aerogenerador que está en el parque litoral del El Rincón, y que nunca has visto girar, el siguiente texto te aclarará tu duda.
Este molino es uno de los 5 que se instalaron en la ciudad, pero que nunca funcionaron.
En 2010, el gobierno municipal socialista presentó al Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local del Gobierno de España el proyecto de instalar 5 aerogeneradores pequeños en Las Palmas de Gran Canaria para la producción de energía eléctrica y «ahorrar» costes a la ciudadanía. La iniciativa fue aprobada el 22 de febrero y fue dotada con un presupuesto de 193.000 euros.
El ahorro previsto por ciudadano al año del total de la producción procedente de los cinco molinos de viento era de unos 55 céntimos.
Desde el primer momento se comprobó que la historia de los aerogeneradores no iba a fluir.
El Ayuntamiento de entonces encargó a la ULPGC un estudio para determinar cuáles eran los puntos más idóneos para colocarlos, un informe que vio la luz bajo el título «Estudio previo para una experiencia piloto de aprovechamiento de energía eólica en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria». La ULPGC dictaminó que la zona de Las Coloradas y el área de Jinámar eran los dos puntos más ventosos de Las Palmas de Gran Canaria.
El primero de los molinos que se colocó fue este del parque de El Rincón (Lloret) en el 2010. Los otros vinieron más tarde, en 2011, ya que hubo problemas en su construcción.
El Ayuntamiento quiso poner otro junto al monumento del Atlante, pero el Cabildo de Gran Canaria lo impidió por una posible afectación con la carretera del norte, la GC-2. Los otros 3 iban a estar en las oficinas municipales, Fuente Luminosa y en Las Coloradas.
Por diversos problemas, el Ayuntamiento tuvo que cambiar tres de los cinco emplazamientos previstos inicialmente para los molinos: el de las oficinas municipales, debido a que no se pudo comprobar la resistencia del suelo, se trasladó al El Sebadal; el de la Fuente Luminosa, por motivos de resistencia y de la complejidad de la obra, acabó en el parque de Las Rehoyas, y el de la plaza de La Puntilla, por inconvenientes con el nuevo pavimento fue a parar a El Pambaso, este era el que el Cabildo paró su instalación en la zona del Atlante.
Tras todos estos tropiezos, nada podía salir bien. En 2011 hubo un cambio de color en el Ayuntamiento, el proyecto de los aerogeneradores perdió importancia para el nuevo grupo de gobierno, y una negativa de Industria a conectarlos a la red llevó al final ya conocido: nunca ninguno de los generadores de este conjunto de cinco giró con el viento del Atlántico.
El cambio de denominación de la playa de Guanarteme a La Cícer no se debió a una decisión administrativa formal, sino que fue un proceso gradual, impulsado por la presencia de la central eléctrica y su influencia en la identidad local
“Existía un barquero que con una falúa a remo pasaba la gente de una orilla a otra”, explica Juan José Laforet, cronista de Las Palmas de Gran Canaria"
Estas huellas están integradas en el pavimento frente al auditorio, permitiendo a los visitantes caminar entre ellas y sentir la conexión con las estrellas del cine que han pasado por el festival