Es un reportaje del Grupo de Acción Costera de Gran Canaria
Nicolás Ferrer es geógrafo y doctor por la ULPGC, además de investigador asociado del Instituto Universitario de Oceanografía y Cambio Global (IOCAG). Junto a Javier Martín (también del IOCAG), Kella Santana, José Valdazo y Óscar Bergasa (miembros de Elittoral Estudios de Ingeniería Costera y Oceanográfica), componen el equipo científico encargado de determinar como ha evolucionado la erosión de la Barra.
Vídeo: Montse Gimeno del Grupo de Acción Costera de Gran Canaria entrevista al investigador del IOCAG
Este estudio de la Barra es un encargo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, a través de la Concejalía de Ciudad de Mar, con financiación también del Gobierno de Canarias.
«La Barra en sí misma es una formación rocosa tipo beach rock o roca de playa, formada a partir de arena suelta de una antigua playa y de la que hay discrepancias en cuanto a su antigüedad».
Nicolás Ferrer: «la morfología de la Barra depende del tramo que estemos tratando».
«La profundidad de 6 metros la encontramos en la parte exterior de la Barra, en los muros exteriores», luego en los muros interiores tenemos menos profundidad».
El estudio que hemos estado realizando estos años tiene justo como objetivo deducir procesos erosivos a largo plazo.
«Entre otras cosas, lo que se observa precisamente en todo el entorno de Las Canteras es una fragmentación de la Barra que se ha ido produciendo a lo largo de muchos años, cientos, miles…. Se entiende que la Barra fue continua en sus orígenes, pero la fuerza marina ha ido provocando unos `pasillos erosivos´, es decir, concavidades donde se está produciendo ahora la erosión con mayor intensidad y que a largo plazo puede dar lugar a más fragmentación».
Montse Gimeno: ¿Cuál es el proceso erosivo derivado de la intervención humana?
Nicolás Ferrer: «sí, durante siglos en la Barra se han producido extracciones de esa calcarenita que conforma la roca del arrecife, para diferentes usos en la ciudad, por eso observamos en la parte interna de la Barra Grande un escalón. Es donde tenemos esos charcos que nos gustan tanto hoy en día, realmente son artificiales, se produjeron por las extracciones».
Montse Gimeno: ¿Cuáles son los resultados del proyecto?
Nicolás Ferrer: «hemos conseguido hacer unas estimaciones a largo plazo de la erosión de la Barra, y también sobre cuáles habían sido los efectos erosivos a corto plazo en los últimos 60 años».
«A través de ortofotografías de alta resolución, vimos por lo menos la existencia de siete u ocho desprendimientos grandes en los últimos 60 años y con eso pudimos determinar las zonas donde se están produciendo. Esto nos ha llevado a deducir por dónde seguirá erosionándose la Barra en el futuro».
«En la Barra Grande se está produciendo precisamente una concentración de la erosión en pasillos que darán lugar a esa fragmentación»
«También hemos podido estudiar la erosión a largo plazo de la parte sumergida de la Barra, a través de mapas batimétricos del entorno de la playa de Las Canteras. Por otro lado, encontramos una serie de pequeños pináculos conservados de la Barra que se han ido quedando del desmantelamiento del frente erosivo: así hemos podido deducir la amplitud original del arrecife».
Montse Gimeno: ¿Seguirá fragmentándose?
Nicolás Ferrer: «sí, a pesar de que es una estructura muy resistente, los eventos erosivos seguirán ocurriendo, aunque las proyecciones de desaparición de la Barra nos llevarían a horizontes bastante lejanos».
«Eso sí, el efecto protector del arrecife, el que mitiga el oleaje, va a ir descendiendo a medida que se vaya erosionando y no hay que esperar a la desaparición completa de la Barra para que podamos ir notando los efectos de esa desprotección»