Foto portada: Sandra y Antonio en los años setenta.

Los clientes, repartidos por todo el mundo, ya lo saben: el 15 de octubre de este año 2023, el legendario bar Texas de la calle de Sargento Llagas, regentado por el incombustible Antonio, celebra sus primeros cincuenta años de vida. Para la noche de ese día, sus incondicionales clientes están convocados a un histórico ágape. Muchos ya han anunciado que estarán presentes para el acontecimiento, llegando desde diversas partes de Europa y América.

Bienvenido Araña Reyes, el verdadero nombre de Antonio “el del Texas”, inauguró el bar en octubre de 1973, en pleno boom turístico y de “más cosas”.  La ciudad experimentaba una chispa nocturna nunca vista antes y que nunca volvería a disfrutarse después.

La mecha que encendió “El Texas” fueron los trabajadores “from USA” de las numerosas plataformas que atracaban en el Puerto de la Luz. Estos espléndidos trabajadores derrochaban billetes por doquier, entre rondas de whisky.

Aún perdura y resuena en la barra del local, en honor a aquellas espléndidas noches, la campana que anunciaba los antojos de cualquier estadounidense, quien generosamente invitaba a una ronda para todos los que se encontraban en el bar.

Más tarde, luego de enfrentar algunos desafíos económicos debido a la partida de las plataformas del puerto, el bar se transformó en un punto de encuentro para el turismo escandinavo. Pueden fácilmente imaginar el maravilloso ambiente que caracterizó esos años.

Por el Texas siguen apareciendo aquellos escandinavos que disfrutaron de Las Canteras en aquellas primeras décadas turísticas. Vinieron jóvenes por primera vez y siguen viniendo en su vejez.

Antonio acaba de cumplir 80 años, con una vitalidad envidiable para cualquier cincuentón. Es un sobreviviente alimentado por la ilusión de abrir su bar cada tarde. El Texas es un museo repleto de recuerdos de todo tipo. Sus paneles de fotografías destacan, mostrando las caras de muchos, incluyendo aquellos que ya no están, pero cuyo recuerdo perdura en este templo de las noches turísticas en Las Palmas de Gran Canaria.

En un lugar destacado, se encuentra una foto de Antonio junto a su esposa Sandra Burdstt cuando eran jóvenes, guapísimos, recién abriendo el negocio. Ahora, 50 años después, Sandra y Antonio son abuelos.

Sandra, quien en los primeros años solía echar una mano, sigue yendo al bar para acompañar a su marido y conversar con los clientes de toda la vida, aquellos que llegaron con menos de 30 años y ahora rozan los 80 o más.