Cuando en la playa de la Cícer se desplaza la arena por la acción del oleaje se pueden ver las ruinas de los viejos pozos del sistema diseñado para refrigerar las turbinas de la desaparecida Central Eléctrica de Guanarteme.
Existen dos grupos de “restos” de pocetas enterrados en la arena de la playa que terminan en la antigua fábrica: una hilera de pozos llega desde lo que se llama los Pilones, en Punta Brava, y la otra sale de la base de Los Muellitos. Ambos sistemas fueron creados para transportar agua del mar a la fábrica de la Cícer y refrigerar sus turbinas.
Hay más de 15 pozos de registro y muchos metros de tuberías inservibles enterrados bajo la arena de la playa de la Cícer
Las estructuras que llegaban desde Punta Brava pertenecen a un sistema que cogía agua de un charco la Barra Amarilla, y mediante una tubería, el agua fluía hasta una caseta de bombas situada en dicho rincón de la playa, junto a la antigua Italcable. Esta instalación no funcionó porque la tubería de la barra a la orilla, apoyada en cubos de hormigón (los Pilones) emplazados sobre la arena se movieron muy pronto y rompieron la canalización, por lo que el agua captada se mezclaba con arena.
Los otros pozos llegan desde Los Muellitos: escolleras construidas para crear una pequeña ensenada, en parte cerrada por la barra natural ( Majaluña), para que no entrará la arena y así obtener una captación de agua de mar limpia. El agua del mar se conectaba a una galería subterránea (y de esta a los pozos) situada bajo la arena, a un metro por debajo del nivel del mar a marea vacía.

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Nieves Pascual
Muchas gracias