El mayor peligro de las palomas lo constituye el contacto directo con sus excrementos y la inhalación de los mismos en forma de polvo microscópico

Al menos tres enfermedades del ser humano están asociadas directamente con los excrementos de las palomas: la histoplasmosis, criptococosis y psitacosis.

Histoplasmosis: es una enfermedad respiratoria que se manifiesta con daño pulmonar acompañado de escalofríos, fiebre, tos y dolor en el pecho. Los síntomas suelen aparecer a los diez días de producida la infección. La enfermedad no se transmite de persona a personas.

Criptococosis o enfermedad de la paloma: las personas afectadas por esta enfermedad puede presentar cefalea, náuseas, vómitos, fiebre, hipertensión y convulsiones. De no ser tratada oportunamente puede dejar secuelas importantes o resultar letal.

Psitacosis: enfermedad infecciosa que suele ser transmitida a los humanos por las aves pertenecientes a la familia de los loros, los pavos y las palomas. La enfermedad es causada por una bacteria llamada Chlamydia psittaci. Entre las afectaciones que genera la enfermedad se encuentran hipertermia, dolor de cabeza, decaimiento general, fatiga y cansancio. Además puede aparecer ictericia, esplenomegalia  y alteración de la percepción. La enfermedad puede ser grave en personas mayores que no reciban el tratamiento adecuado.

Hay catalogadas más de 40 enfermedades transmisibles a través de las palomas, aparte de las citadas están: la salmonelosis, colibacilosis, etc. Además las palomas son portadoras de ectoparásitos como los piojos y garrapatas.

Varias fuentes