En la imagen (pantallazo de un vídeo casero), podemos observar a un verdadero dragón, el dragón azul o Glaucus atlanticus.
El asombroso Glaucus atlanticus mide entre 3 y 4 cm y es una especie de gasterópodo nudibranquio de la familia Glaucidae, bautizado por los hermanos Foster cuando lo descubrieron en el Océano Atlántico en 1777.
Este nudibranquio se alimenta de medusas, principalmente de veleros (Velella velella) y de la carabela portuguesa (Physalia physalis). Aprovecha las células urticantes (nematocistos) de estas especies para su propio beneficio, acumulándolas en su cuerpo hasta convertirse en un animal peligroso. El veneno “robado” se concentra en sus apéndices, llamados ceratas, al final de sus extremidades. Solo se acerca a su presa cuando realmente tiene hambre, prefiriendo mantenerse en la superficie del agua.
Este nudibranquio es pelágico, lo que significa que vive en aguas medias o cerca de la superficie.
Vive en la superficie del agua, boca abajo, ofreciendo su vientre al sol. Como otros organismos de su ecosistema, en su mayoría sinóforos (medusas), presenta un color azul. Una de sus mejores adaptaciones para sobrevivir es su increíble camuflaje. La parte visible desde el cielo es casi invisible, ya que su brillante azul lo camufla con el mar, evitando ser visto por las aves. Su parte inferior, de cara al espacio submarino, es plateada, logrando el mismo efecto de mimetización para que los peces no lo detecten. En el lomo, tiene dos líneas de un azul más profundo que recorren su cuerpo hasta la punta de su cola. Entre estas dos líneas, hay una más gruesa de un azul más claro.
En algunos casos, los glaucus pueden volverse caníbales cuando se presenta la oportunidad.
Nuestro dragón azul fue capturado en el entorno de Los Lisos por una niña que quiso verlo de cerca. Después de su estancia en un balde, fue devuelto al mar. Aunque no es frecuente verlo en Las Canteras, debido a su pequeño tamaño y camuflaje, suelen aparecer cuando nos visitan los veleros y las fragatas (carabelas) portuguesas.
Queremos recordar la importancia de respetar y tener el máximo cuidado con todas las criaturas marinas que descubrimos en nuestro maravilloso acuario natural.
Fuentes: Wikipedia, Alberto Quevedo y Guía de Biodiversidad Marina de Canarias