Texto del Diario de Las Palmas, marzo de 1965

“La citada publicación, a la que otro periódico sueco se ha unido en un coro de lamentaciones, se atreve a afirmar nada menos que un tiburón ha estado merodeando por la playa de Las Canteras, sembrando el pánico entre los bañistas”.

Una vez más, el “Expressen” se ha vuelto a ocupar de Canarias. Y, como parece ya normativo, lo hace para lanzar una serie de infundios y mentiras vergonzantes con el propósito claro de perjudicar al turismo en nuestras islas. Lo de ayer rebasa ya todo lo previsible. El “Expressen” se ha atrevido nada menos que a afirmar —como se puede ver en este anuncio que reproducimos— que un sueco ha sido devorado por un tiburón en Canarias. Cosa, por supuesto, totalmente errónea y que “ilustra” con una sarta de inexactitudes e injurias que caen por su propia base.

La citada publicación, a la que otro periódico sueco se ha unido en coro de lamentaciones, se atreve a afirmar nada menos que un tiburón ha estado merodeando por la playa de Las Canteras, sembrando el pánico entre los bañistas —entre ellos, naturalmente, gran número de extranjeros— y que, pese a los esfuerzos realizados, había sido imposible su captura, aunque, eso sí, su aleta había sido vista innumerables veces.

Ahí no para la cosa, sino que destaca sobremanera el hecho de que “un sueco ha sido devorado por un tiburón en Canarias”, encontrándose sus restos en el interior del mismo. Imaginamos que el supuesto corresponsal ha interpretado a su modo el hallazgo de un pie en el estómago de un albajar, cerca de la punta Pechiguera, en Lanzarote, a muchas millas del lugar donde hace casi dos meses desapareció un sueco que, pese a los consejos que se le dieron, se bañó en un sitio peligroso, con grandes rompientes y mucho oleaje, desapareciendo entre las aguas, sin que hubiera posibilidad de rescatarlo.

Fue un caso de imprevisión, del cual ya se dio referencia en su momento, sin que hasta ahora nadie hubiera hablado de tiburones ni cosa por el estilo, hasta que el “Expressen”, con intenciones que todos sabemos, lo ha interpretado a su muy particular e interesada manera.

Pero ocurre simplemente que la citada publicación viene dedicándose de manera continua a desprestigiar el nombre de Canarias, utilizando para ello cuantos argumentos ilícitos necesite. No sabemos qué otras ocultas intenciones hay detrás de todo ello, pero lo que sí está claro es que vienen guiadas con el exclusivo fin de cortar la afluencia turística hacia nuestro archipiélago, cosa que ni el “Expressen” ni cualquier otra publicación sensacionalista y que no tamice las informaciones que le llegan para comprobar su autenticidad —también puede ser que las invente gratuitamente— puede lograrlo. Porque el mentís más rotundo lo darán los propios turistas que han estado en estas fechas por nuestras islas, disfrutando de nuestro sol y de nuestras playas, sin que ningún tiburón haya venido a turbar la paz y el descanso de sus vacaciones. D.C.