Hasta que se realizó el reluciente paseo de la Cícer, la frontera playera era una loma de escombros de obras, depositados allí mientras crecía el barrio de Guanarteme. Aún en la actualidad, cuando paseas por la orilla, puedes encontrar trozos de colores de suelos y otros restos de las primeras casas del barrio.
Al fondo de la imagen podemos ver la «fábrica de la luz» y su famoso muro. Refugiados en la noche, muchos jóvenes amantes se dieron allí sus primeros besos.
