Las grandes olas atlánticas embellecieron la bahía de El Confital, desde la baja de Las Monjas hasta el Atlante en El Rincón. El tamaño y la belleza de las olas hicieron que multitud de curiosos se acercaran al paseo para contemplar el espectáculo.
Una fama injustificada. Una investigación en la Polinesia Francesa revela que ciertos tiburones muerden como respuesta instintiva de supervivencia ante seres humanos que perciben como amenazas
El cambio de denominación de la playa de Guanarteme a La Cícer no se debió a una decisión administrativa formal, sino que fue un proceso gradual, impulsado por la presencia de la central eléctrica y su influencia en la identidad local