Es uno de los peces más comunes en nuestros charcos intermareales, ya que soporta muy bien los cambios de condiciones provocados por las subidas y bajadas de la marea. Saltan de charco en charco para huir o en busca de mejores condiciones. Según los expertos, los alevines de los cabosos son relegados a los peores charcos.
Este pez se tira a cualquier cebo, convirtiéndose en una fácil captura para la chiquillería veraniega.
Pertenece a los cordados, al igual que sus primos, “los canelos”.
Se alimenta de pequeños invertebrados, y no llega a medir más de 15 cm.
Los machos en celo presentan la primera aleta dorsal con una mancha azul; son ellos quienes cuidan la puesta, limpiándola y oxigenándola con movimientos de la aleta caudal.
Fuente. Guía visual de Especies Marinas de Canarias. Editado por Oceanográfica.
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