El 6 de mayo se rinde un homenaje al legendario restaurador, impulsor del turismo en la playa de Las Canteras
“Somos primos: tú Pérez, yo Peck”, le decía Gregory a Juan. Gregory es Gregory Peck, el protagonista de Matar a un ruiseñor, y Juan el dueño del ‘Juan Pérez’, el histórico restaurante de la playa de Las Canteras.
La frase se pronunció en el Merendero Juan Pérez, el primer local que tuvo este nombre en La Puntilla, en algún momento del invierno del año 54, en la época en la que la estrella de cine rodaba Moby Dick con John Houston en Las Palmas de Gran Canaria.
Juan Pérez González (Arucas, 1909- Las Palmas de Gran Canaria, 1981) acababa de trasladar su incipiente negocio de la esquina de Salvador Cuyás con Sagasta a La Puntilla, y también le había cambiado el nombre: El Refugio se llamaba ahora Merendero Juan Pérez.
Venía de pasar penalidades por republicano – estuvo siete años preso y se salvó in extremis gracias al obispo Pildain-, y, sin saber leer ni escribir, había puesto en marcha un negocio de restauración que con los años sería legendario.
Su hijo Juan es quien relata la historia. En El Refugio Juan Pérez y su mujer, Agustina Medina Santana, daban comidas caseras a las tripulaciones que pasaban por el Puerto de La Luz.
“ Los barcos llegaban de madrugada, los marineros tocaban en la puerta, mi padre abría y despertaba a mi madre …”.
En 1954 El Refugio se traslada a La Puntilla, en el extremo norte de Las Canteras, y se convierte en el Merendero Juan Pérez, con tal buena fortuna que nada más empezar Las Palmas de Gran Canaria se ve sacudida por el rodaje de una gran producción de Hollywood: Moby Dick de John Houston, con Gregory Peck de protagonista.
La productora solicitaría el merendero de Juan como escenario para la taberna de la película y ya se ha dicho que el canario encontraría un primo en el protagonista de Vacaciones en Roma. El merendero fue además de escenario punto de encuentro para el equipo durante el rodaje. de ahí viene el parentesco con el que bromea Peck.

El restaurante tenía un tren
Diez años después de mudarse a La Puntilla, el merendero crece y nace el restaurante Juan Pérez, con dos comedores y dos terrazas en el paseo. Una de estas terrazas tiene techo y rápidamente queda bautizada como “el tren”.
El negocio va viento en popa. Son los años de las suecas.
“En aquella época todo el mundo tenía que ir al Juan Pérez, era un espectáculo mañana, tarde y noche; las noches eran interminables”, explica Juan Pèrez hijo.
Juan Pérez padre trabaja jornadas de 16/18 horas y se presenta siempre impecable: camisa blanca que cambia tres o cuatro veces al día; pajarita y pantalón negro. Está en todo, tan pronto va en bici al Mercado Central a hacer la compra del día, como se le ve con un mantel limpio al hombro secando vasos con su pajarita.
Observa su hijo que Juan Pérez inventó la figura del mesonero protagonista, del mesonero estrella diríamos ahora.

El quien es quien de la ciudad
Las autoridades de la época, artistas, músicos o cantantes de ópera de visita en Gran Canaria, periodistas, futbolistas en la época dorada de la UD, turistas extranjeros y familias canarias que venían a disfrutar del sitio de moda en la ciudad, éste es el ambiente habitual en el Juan Pérez.
Creó puestos de trabajo, dio vida a los pescadores de barquillo e impulsó el turismo en Las Palmas de Gran Canaria en unos años esenciales para lo que vino después. Por eso se le rinde un tributo y se reclama que una calle lleve su nombre.
El homenaje tiene lugar el 6 de mayo, a 18:00 horas en La Puntilla. Actúan la Parranda del Cristo y la Parranda del Estampío, habrá una exposición de fotografías y se pronunciarán unas palabras.

Documentación: Rodaje en Canarias de Moby Dick