El director de cine Félix Sabroso (Las Palmas de Gran Canaria, 1968) acaba de presentar en el Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria su última película El tiempo de los monstruos, pocos meses después de estrenarse como novelista con En la piscina vacía. Esta es la primera película en solitario del guionista, director y autor teatral tras el fallecimiento de su esposa, Dunia Ayaso, en 2014.
Félix Sabroso y Dunia Ayaso se hicieron un nombre en el cine español con éxitos como Perdona bonita, pero Lucas me quería a mí, El grito en el cielo o La isla interior, buques insignia de un torrente creativo que alcanza el teatro, la televisión y otros géneros como el singular corto Coating, ideado para presentar una tienda de moda.
De trato afable y cercano, el más importante (con su esposa) realizador canario de todos los tiempos habla en esta entrevista de su relación con la playa, de traslados familiares que parecían mudanzas, de vivencias juveniles y de la añoranza de su compañera.
-Has presentado en Las Palmas de Gran Canaria El tiempo de los monstruos, su primera película en solitario y la más personal, ¿por qué no hay que perdérsela?
-Creo que El tiempo de los monstruos es una propuesta que invita al espectador a asistir de un modo activo, una película en la que me he afanado en elaborar un nuevo modo de contar, un reto para mi y un juego para el espectador.
– Tras el Festival de Cine de LPGC, ¿cuáles son los siguientes pasos de la película?
-Estrenaremos en salas comerciales a partir de septiembre, mientras tanto seguimos de festivales. Ahora nos espera Londres, Estocolmo, y algunas otros festivales y presentaciones.
– El trato era hablar de Las Canteras, ¿cuál es tu primer recuerdo de la playa?
-Nací en la Clínica San José que, como sabes, da a la playa. He vivido esa playa en mil etapas diferentes. Desde donde alcanza mi memoria estoy vinculado a Las Canteras. Pero sin duda los primeros recuerdos eran con padres incluidos, con casetas, cocina de gas, comida por un tubo, no sé, recuerdo ir a la playa a pasar el día como si nos mudásemos allí.
– Para mucha gente de Las Palmas , la playa es el lugar de encuentro de las pandillas adolescentes, el del primer amor, las primeras salidas sin adultos: el principio de la aventura, ¿fue tu caso?
-Por supuesto. Era nuestra zona de recreo, nuestra plaza del pueblo. Yo recuerdo noches tremendas y muy lúbricas de los Carnavales más transgresores, allá por los ochenta.
– Hace años que vives fuera de la isla, aunque vienes con cierta frecuencia, ¿está la playa de Las Canteras entre las prioridades de Felix Sabroso?
-He vivido solo a medias la evolución de Vegueta y Las Palmas, porque me he centrado cada vez que venía en la zona del puerto y Las Canteras. Tanto Dunia como yo echábamos de menos el mar. He vivido el declive de la zona puerto y estoy disfrutando últimamente de su rehabilitación. Se está poniendo de nuevo en auge y eso me encanta. Los nuevos tramos de Las Canteras, -tras el Auditorio o después de la puntilla hacia El Confital – son una pasada, y los he descubierto hace nada.
– ¿Cuál es tu ritual en la playa?
-Vivo Las Canteras no solo en jornadas playeras. Me relaja y me hace sentir bien, comer por allí, tomar una copa o simplemente pasear. Dunia amaba esa playa y ahora ir a Las Canteras me hace también sentirme más cerca de ella.
– Ver la isla desde el exterior, como es tu caso, da perspectiva, ¿qué crees que le falta a la playa? ¿qué haría Felix Sabroso en la playa si fuera alcalde de la ciudad?
-Es difícil pensar qué le falta a la playa, ha evolucionado muy bien, las zonas deportivas de La Siser, los bares… No le pediría mucho más, me da miedo que especulen o la puedan malear. No creo que haga falta nada más.
– En “La Isla interior” utilizas la playa como escenario, ¿crees que esta playa y su mundo da para más cinematográficamente hablando?
-Es sin duda un escenario único y magnifico. De un lado a otro la playa cambia mucho, recuerdo a un gran amigo que vivía en Las Canteras, que me decía: ‘nunca me canso de mirar por la ventana porque es siempre es diferente, siempre cambia, por las mareas , la luz …’. Y es verdad, Las Canteras nos brinda muchos escenarios.
– ¿Un lugar puede convertirse en personaje? ¿Las Canteras?
-Los lugares tienen una personalidad y podemos efectivamente vincularlos a una emoción. En La isla Interior, Las Canteras respondía en ese sentido en la narración.
– ¿Qué hay de aquella Las Palmas de Gran Canaria de los 70 y 80 en el cine de Ayaso y Sabroso?
-Hay algo esencial que nos ha dado Las Canteras, en aquellos años, esa playa nos abrió al mundo, no éramos como otros niños de provincias de otros lugares de España, porque nuestra costa nos abrió a turistas europeos, pero también a culturas más exóticas como la marroquí, la hindú, la mauritana o la senegalesa… Somos más mundanos, más abiertos y tenemos una perspectiva más amplia también gracias a Las Canteras. De hecho encuentro un carácter muy diferente entre la gente de Las Palmas y Vegueta y la gente del Puerto o la Isleta. Son dos mundos en uno.
El tiempo de los monstruos (trailer)
(La foto, cedida por Félix Sabroso, se hizo durante el rodaje de La isla interior en Las Canteras. Félix Sabroso aparece en el centro de la foto, con una mano en el pecho)
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