La orilla de la playa de El Confital guarda un tesoro de épocas remotas.
Si eres un buen observador en la orilla de la playa de El Confital podrás descubrir los bellos ojos de Santa Lucía.
Los ojos de Santa Lucía son los opérculos de la caracola rugosa (Bolma o Astraea rugosa)
La Astraea rugosa está con nosotros desde épocas remotas, considerada como abundante desde el Plioceno al Pleistoceno aún sigue viviendo en los mares canarios y por tanto en la Bahía de El Confital.
Esta caracola habita sobre sustratos rocosos de blanquizales o en fondos detríticos de algas calcáreas como los existentes en el entorno de El Confital.
Los opérculos de este molusco –nuestros ojos de Santa Lucía– han sido desde tiempos inmemoriales elementos de cierto aprecio ornamental: usados en joyería y para la construcción de abalorios.
Se han encontrado ánforas romanas llenas con estos opérculos