Quietud de la noche.
¡ Oh los faros esplendentes
de la luz roja, de luz mágica ¡
¡ Oh los faros que en las noches
serenas y nacaradas,
cuando las ondas se inquietan,
y murgen las brisas plácidas,
y es la luna un disco de oro,
y la noche dulce y clara,
con su luz maravillosa
que, como un fanal irradia,
dicen al marino errante;
¡avanza, marino, avanza!
Matías Real González.
“El paisaje de las Islas Canarias está definido por la silueta de sus costas, marcado por la historia de sus comunicaciones, atrapado por la influencia de marinos y barcos, señalado por la luz de unos faros que guiaban entre las estrellas, las olas y las rocas”
“Desde niño, los faros, las farolas o los torreros siempre me ilusionaron. La vida aventurera o solitaria que nos transmitió Julio Verne con “El faro del fin del mundo”, las narraciones antiguas de las Maravillas del Mundo, del faro de Alejandría y el Coloso de Rodas, dejaron la idea de la gran utilidad de los faros y farolas en la navegación, así como el carácter de servicio a los demás de los torreros y su sistema de vida, solo o acompañado, en lugares inhóspitos y la mayoría de las veces abandonados de la mano de los hombres y de Dios”
Andrés Rodríguez Berriel. Extracto del prologo del libro “Faros de las Islas Canarias”
Fuente de los textos: “Faros de las Isla Canarias” de Francisco J. Ruiz. Yuri Millares y Tino Armas.
Fotos: Tino Armas, realizadas entre los años 2006 y 2007.
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