Imagen: Dibujo a carboncillo de Manolo que Tony Gallardo realizó en los 50 del siglo pasado.
La mirada que se va….
La de Manuel Fabre
Volviste, volviste y te instalaste en un apartamento, mirando al ma, tu mar, tu playa a reencontrarte con los amigos que están y recordando a los que no están, en el sitio que se conocieron Playa de las Canteras .
El paisaje se queda, la Peña de la Vieja majestuosa como una diosa esperándonos a todos. Tengo en mi retina el montón de amigos de juventud en el muro frente a tu casa, en la arena tumbados contándose las aventuras y los sueños. Muchos posaron como modelos para las esculturas que Tony Gallardo realizaba, «tu uno de ellos «El David, el San Sebastian, los dibujó a todos y a todas.
Cuando regresaba del Colegio Viera y Clavijo todos los días, recreaba mi mirada contemplando los bellos cuerpos morenos, ensalitrados, acorde con la naturaleza que les envolvía.
La casa de Manolo fue para Tony Gallardo como su segunda casa, detrás tenía un jardín: Allí se instaló con una gran piedra para tallar su espléndido Ícaro, yo me acercaba, fuera se oía el toc-toc del cincel y el martillo, salía una cuerda de la puerta, tiraba de ella y la abría. Con mi llegada se producía un alto en el trabajo.
Fuiste de sus mejores amigos
Mela Campos