Queridos amigos «espirados».
Ha finalizado la II Espiral de Poesía en la playa del Confital de Gran Canaria.
Una playa-delta donde han confluido al atardecer el viento, las palabras y la amistad.
Gracias a esto último ha sido posible este evento.
En esta Espiral II se han sumado nuevos poetas y lectores que en el futuro participarán.
Entre todos hemos tejido algo hermoso, intangible, inefable, algo imposible de definir, porque en sí mismo es parte del misterio de la poesía.
La poesía también es silencio por eso les convoco, les invito a releer las páginas de nuestra Espiral, recién editada y a saborear sus palabras.
Gracias a todos por participar.
La tercera Espiral ya ha empezado con la palabra «dunas» y habrá que esperar meses, quizás un año ó dos, hasta que finalice y se vuelva a materializar en algún lugar aún por definir.
Hasta entonces, un abrazo. Carmen García Tortosa, organizadora.
SÁBADO 25 de junio.
De la uva por Montse fillol
Malvasía en la extrañeza del cuerpo
enternecida por la cercanía de tu pelo
maresía, nueva como de cobre,
alimentada por el magma remoto.
Savia de oscuridad iluminada,
rezumo al fin en la tierra roja,
en la tierra baja haciendo recuento.
Mi amor ha vuelto para quedarse
despierto al sol de amianto
bajando desde su rayana figura,
eres tú acaso el que araña la escalera estelar.
Te miro, me miras,
tu deseo encogido
rodeado por la piel del viento.
Soy la uva, me miras te miro,
ungida por el salitre de lágrimas marinas,
alegre, tórrida en el andén de las manos.
Me tienes, me pruebas hasta la última gota,
me preguntas de qué estoy hecha,
soy la uva, tuya, un instante,
inundando el vacío de tu boca.
orillas… Por Angela Ramos
no hay mas que orillas en tu mirada extraña
deseos de cercanías y de playas distantes,
mareas olvidadas y horizontes perdidos,
un latir contenido que reboza en tus labios
a orillas de esos ojos
otro mundo me espera:
la incertidumbre acaso
o la calma que temo
he de saber ahora
interpretar tu gesto,
saber si esa mirada
me escruta o me sostiene
Desamparo por Teresa Iturriaga Osa
(A mi padre)
Desamparo es el nombre de tu fragancia
ahora que navegas dulcemente
entre el Río Revuelto y el Río Desvelos
de mi vida en letras.
Mientras recuerdo la última noche
juntos en el hospital, cuando
me besabas las manos, inquieto, delirante,
al recogerte las mantas del suelo
como se barren las hojas de los árboles
en el otoño inexorable.
Mientras te peino y te doy colonia con aromas de océano
en la planta de los pies,
una almohada de palomas blancas me sube a la garganta
y allí se me aloja el dolor,
la angustia de verte perdido en las playas de Cádiz,
navaja en mano, para afeitarte -me dijiste-,
sentados tú y yo sobre el banco de un paseo de enamorados,
nos hablan de juramentos
tan reales como la sonda que te quema la piel
en tus sueños de morfina.
Y esa fragancia tuya de desamparo
me lleva desde mi terraza atlántica
hasta el firmamento de la noche estrellada,
cristales que brillan como diamantes en el desierto.
Observo quinientas parejas de galaxias, sus órbitas, luciérnagas
me traen tu presencia desde algún punto cósmico,
y te siento aquí dentro, muy dentro de mi jardín verde,
en medio de un largo viaje, decidido a buscar
las praderas de espigas doradas donde te esperan tus padres y hermanos,
todos tus compañeros de ilusiones y desvelos.
¡Ven ya, ven ya!
Suena el eco de tus palabras
sobre mi conciencia
hasta romperme los tímpanos.
Ya voy, ya voy, pero no me sueltes de tu mano
-sabes desde siempre que te quiero-,
tranquilo, aquí estoy,
aclarando la espada de mi voz,
tejiendo los hilos de las páginas, afino mi arpa
a los pies del maestro.
PALABRAS EXQUISITAS por Carmen García
y Javier Seco
(…¿Nos hacemos un cadáver exquisito?…Vale)
Efímero persistía en la memoria de las libélulas
Malvasía color pensamiento en la pupila
Boca anfibia, carnosa, arándano en su jugo que resbala hacia mí
Pasión…por pasión se paga
Aullantes como lobos tus dientes pálidos cuando miran a la luna
Sonría amigo que los amantes están perdidos en el lago
Cosquilleo ambiguo que recorre, juguetón, de mi cerviz a mi sexo
Aguas que dependen del manantial que fluye
Casa, albergue de tus sueños, baluarte de mis ansias y mis dudas
Casa no quiero, quiero un parque nacional
Colorada amapola tu mejilla cuando retorna a mí en la fría noche
Helmintos bailarines, mientras tanto, rondan los huesos de los jueces
Inglés, idioma rebelde en mi etapa de escuela, salvoconducto imprescindible para ser ciudadano del mundo, No logré aprenderlo nunca
Ingles, puertos, andenes, para mis torpes manos
Protector era el manto que nos cobijó en ese encuentro, cargado de pasión y de anhelos
Orillas no os veo y sigo mi naufragio
Sostiene con aparente facilidad el andamiaje de las penas muertas
Desamparo queda y tu decías que no quedaba nada
Maestro de nada cuando me enfrento a la sabiduría de tus ojos
Contigo haría un cadáver exquisito y algunas cosas más
Universo de matices que reflejan las hojas del naranjo en aquella tarde en la que las letras nos bailaban
Alas para todos los recién nacidos de cada día
Ellas, ellas, siempre ellas. Dianas de nuestras palabras más sentidas. Misterio y magia , siempre ellas.
Ninguna de tus razones me convenció mientras llovía
Humano, terrible palabra cuajada de dobleces, lobo para el hombre, que dijo el sabio
Matemática tramposa con tu uno más uno son dos
Final, punto y final. NO INSISTAS
Cama-sutra, Cara-melo, Cara-vida, Cama-radería
Jornada llena de promesas rotas
¿Qué sientes haciéndote pasar por dios?
Cuerpo que cimbrea el universo
Alegría de quita y pon en bandeja de plata de herencia
Esperanza yo te escupo en el centro de esa tu sonrisa necia
Zapatos para pasos de cebra existen como si tal cosa
Calzada, apenas transitada y ya vetusta, que nos ha conducido hasta este extremo
Amapola en los sueños y al final, efímero
CUERPOS DESCONOCIDOS por Gärt
Cuerpo incierto de mujer, corazón adormecido,
te adivino velado entre las sábanas
y extiendo los dedos para explorar tu piel,
una piel extraña que se despereza
como los pétalos de una magnolia.
Una piel diferente,
un aroma imprevisto
en un cuerpo insospechado,
cada amanecer
cada vez que resucito.
¿Estaré soñando?
¿O tal vez será mi despertar una sorpresa
de este deseo que creí agonizante
cuando mis ojos empaparon la almohada
y mis manos se llenaron de vacío?
Pero ahora acaricio un cuerpo infinito
en el que olvido los cuerpos de ayer
y el dolor de un amor estéril.
Amo otra vez cada mañana
con toda esa pasión del que se sabe fugaz,
(efímero como las promesas de amor eterno)
después de explorar un territorio ignoto.
-Quiero ser tuya- me exigen todos mis cuerpos,
-Quiero perderme para siempre en un abrazo inmarcesible.
Y yo me dejo diluir obsecuente
buscando siempre un más adentro,
donde nada ni nadie hayan sabido llegar,
donde ni ellas mismas se han atrevido a asomarse,
donde la razón no alcanza,
donde todo recelo haya sido descartado.
Porque yo quiero ver a mis sucesivos cuerpos
agonizar como mariposas transidas
por esa luz de lo etéreo.
Y volver a caer rendido, volver a morir
para despertar de nuevo junto a otro cuerpo desconocido.
Y es que alberga tantos misterios
una piel desnuda…
Porque un cuerpo sin máscaras,
sin ambages ni eufemismos,
es como un océano de vida donde uno puede zambullirse
y bucear
hasta los más profundos abismos,
en los que el agua se torna espeso fluido
y la plenitud te envuelve desde dentro,
muy adentro,
donde nacen y mueren todos los deseos,
donde más duele ese amor que nadie quiso,
pero también donde surge esa burbuja que asciende inexorable
para inundar mi rostro de alegría.