Que llega el agua ¡ le gritaba el chiquillo al extranjero que confiado se había escarranchado con toalla y bártulos en la misma orilla. What ¡ respondió él. Demasiado tarde, el agua subió y su ropa le mojo.
Quien no ha visto ver flotar zapatillas y bártulos marea abajo alguna vez en su playera vida. Siempre hay alguna ola más fuerte que las demás que te da el susto y te empapa. Las leyes del playero de toda la vida dicen que entre más nuevo eres más posibilidades tienes que te coja la ola. Posiblemente esta ley tenga razón, pero yo conozco muchos que dicen que son auténticos playeros que más de una vez han tenido que correr, a la vez que levantar la toalla, en busca de sus ya mojadas pertenencias.
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