Imaginar la Peña de la Vieja saliendo de una cáscara de erizo. O ver los lisos dentro de la silueta de una Fragata Portuguesa…o una estrella de mar dando cobijo a un atardecer. Todo ello diluyéndose en una paleta suave como de sueño. Así es la playa para algunos playeros que recrean este pequeño paraíso. Un poema o un sueño al que volver continuamente porque siempre produce regocijo. El agua y sus seres, sus colores imposibles persiguiendo un trazo, un verso que huye igual que un huidizo sargo.
Ayúdanos a seguir informando día a día sobre nuestra playa: dona