Playa de Las Canteras en la paz del verano:
Un cielo transparente cubierto de zafir,
y un mar cuyo horizonte orla el Teide lejano,
que en un lecho de arena se recuesta a dormir.
De vez en cuando un vuelo pausado de gaviotas
se eleva, como un triunfo, sobre el azul del mar,
y surca un trasatlántico de distancias remotas,
reflejando en sus mástiles la irradiación solar.
Un hálito de brisa se extiende mansamente
sobre las aguas, cuando la tarde lentamente
el cielo va tiñendo de un rojo bermellón……
Y surge, allá, a lo lejos, donde la luz declina,
la gallarda silueta de una vela latina
que avanza silenciosamente como una aparición.
Saulo Torón. 1919