Con motivo del Centenario del Real Club Victoria se ha efectuado este jueves un acto de reconocimiento a todos aquellos deportistas que formaron parte de la Sección de Natación del Real Club Victoria a lo largo de su historia.
–Apuntes sobre el Real Club Victoria y la playa de Las Canteras–
Señoras y señores. Muy buenas tardes.
Gracias por estar aquí.
Mi aportación a este acto, el Centenario del Real Club Victoria, trataré de hacerla de forma coloquial como si estuviera tomando un café con ustedes en una terraza. Algunos de los apuntes que leeré a continuación, han sido extraídos de mi viejo ordenador, el que tiene las tapas de riga. Parte de mis memorias acostumbro a escribirlas en cuartillas, ahora se dice Dina4, y cuando las necesito las saco digitalmente. Son reflexiones y recuerdos sobre el Real Club Victoria en relación con la Playa de las Canteras. Para empezar, yo diría que este Club es de esa clase rara de especies, que cuanto más años pasan están de mejor ver. Si vendieran el secreto, la cola de gente daría la vuelta a la Isleta. Cada vez es más difícil para los nuevos directivos superar el listón anterior, pues las exigencias del Club van aumentando. Pero con dedicación y amor a los colores se consigue. A la muestra me remito.
Este Club, ha estado presente en infinidad de actos playeros, deportivos y lúdicos, durante toda su vida. Yo creo, y afirmo, que forma parte de la Playa de las Canteras, igual que las Barras, la Peña la Vieja, La Peña del Pastel, el Pasadizo etc,etc.
A continuación haré una breve relación de actividades natatorias bajo su patrocinio. No hay tiempo para enumerarlas a todas, detallando sus pormenores y anécdotas, pero me gustaría despertar en ustedes recuerdos y vivencias, que puedan comentar luego en relación con los viejos tiempos. Bien.
Actos deportivos.- Las Travesías a nado en la Playa de las Canteras, surgían de forma espontánea. El entorno favorecía la cuestión. Tanto por los playeros de la zona de la Peña la Vieja, como por los de esta parte de acá, nos bastaba con vernos en bañador por la orilla de la marea, y sobre la marcha se organizaba una pega. Tanto de la Peña la Vieja a la Puntilla como viceversa. Del Hospitalillo San José o del Muro Marrero hasta debajo de la casa- colegio de Doña Librada, y que estaba por allí por donde hoy está el Club de Vela. Todas estas pegas se hacían cuando habían treguas en las guirreas entre las tribus de Guanarteme/Peña la Vieja, contra las de la Isleta. Esto es cierto. De las muchas actividades deportivas organizadas por el Real Club Victoria, voy a hacer referencia a una que, al menos para mí, era de las más emocionantes. Se trata de una Maratón. Nosotros la llamábamos así. Década 1945-55 y más. Siglo pasado. Se salía de aquí debajo, desde los barquillos, y corriendo por la orilla de toda la Playa, llegábamos a Punta Brava-a los tubos, como llamábamos a los cilindros de cemento, que todavía pueden verse semienterrados en la arena. Como casi todo el mundo sabe, estos tubos servían para extraer agua que iba a parar a la Compañía Insular Colonial de Energía y Riegos, SA, -la Cicer para los amigos- para enfriar las turbinas. Este agua salía después calentita por debajo del edificio e iba a parar a una pequeña poceta y luego al mar. Recuerdo que éramos observados con curiosidad por unos señores que hacían sogas, por allí cerca de la Cicer. Seguimos. Nadábamos hasta la Barra Amarilla o Barra Partida, este último nombre la define muy bien, vayan por allí y verán por qué. Corríamos sobre ella hasta el final de la misma. Los toletazos eran de repetición. Nos tirábamos al agua de nuevo y subíamos a la Barra de Enmedio, la que está detrás de la Peña la Vieja. Aquí tengo que hacer un comentario. Resulta, que alguno de los corredores tenían equipo de apoyo y todo. Como Fernando Alonso. Siempre hay privilegios. Este equipo, esperaba a sus corredores en esta Barra y les facilitaba alpargatas que llevaban desde la orilla. Algunos las llevaban en botes hechos de bidones de esos de 200 litros. Los abrían como una jarea y le daban forma de embarcación. La proa y la popa, se sellaban a golpe de martillo, y se le ponía piche con hilachas de soga, consiguiendo algo parecido a un calafateo. Igualito a los de fibra de hoy día. Algunos se hundieron y aun deben de estar por allí. Los remos eran un trozo de tabla en cada mano. Bien, sigamos corriendo. De nuevo nos tirábamos al agua en dirección a la Barra Grande. La mayoría descalzos, subíamos a ella, y otra carrera hasta el final de la misma. Con los consiguientes partigazos de esos que se te levantan los dos pies y caes de rabadilla. A estas alturas, ya teníamos una colección de púas de erizos canelos y negros, incrustados en las plantas de los pies y más sitios. Ahora la última zambullida y llegada a la meta en la orilla. Quitarnos las púas de los erizos nos tenían entretenidos varios días, pues como todos sabemos, las dichosas púas, se mueven según sube o baja la marea. Participé en todas las Maratones, pero no gané ni una. Podría echarme un farol, pero es posible que entre los asistentes masculinos haya algún testigo. De las señoras ni por asomo, pues no veo ninguna con edad suficiente para recordar esa época, Dos de los ganadores, que yo recuerde, fueron Tony Gallardo y Juan Antonio Mentado.
Otras Travesías que ha patrocinado el Real Club Victoria :
Larga Distancia, del Barranco la Ballena a los Barquillos.
Travesía del Turista, de Primavera, de Navidad, Nocturnas etc. etc.
Tengo que mencionar que también se creó una sección Master de Natación, hoy sin actividad, que representó al Club con dignidad y calidad, tanto en Travesías de mar abierto como en piscinas. Tuvo dos presidentes: Francisco Bello y Carmelo Rodríguez.
Bueno, pues termino y repito lo que dije al principio: si con esta breve charla he abierto algún baúl con recuerdos ligados al Real Club Victoria, y a esta nuestra Playa de las Canteras, habré cumplido con mi intención.
Gracias por su atención y al final, si les parece, podemos comentar algo sobre lo expuesto.
Espero verles en el próximo Centenario.
Vicente García Rodríguez.
13 de Mayo de 2010.