El primer alumbrado que se instaló en el paseo de Las Canteras fue en el año 1928, año en el que se inauguró en Guanarteme la central eléctrica CICER.
En aquella época el alumbrado consistía en colocar en cada esquina un bombillo, con su portalámparas, que solo alumbraba unos 20 metros cuadrados de superficie. La instalación se realizó mediante cables bipolares desnudos y trenzados de cobre, separados por aislantes de cerámica. El tendido eléctrico se sujetaba con postes de madera, apoyados en las fachadas y azoteas de las casas terreras. Este tipo de tendido eléctrico por sus características y su situación suponía una tentación de muchos vecinos a engancharse a la red, observándose muchas noches en el paseo una bajada de intensidad en la iluminación.
En el año 1940 se instalaron farolas en las principales calles como: Luís Morote y General Primo de Rivera (actualmente Franchy y Roca) así como en el paseo hasta Playa Chica, continuando en los años 50 hasta la fábrica de la CICER. Estas farolas tenían una altura de 3,5 metros y se encontraban separadas una de otra por 30 metros.
El alumbrado de está época era pobre pero suficiente, cuidándose muy bien que estuvieran iluminados todos los rincones del paseo y los accesos a la playa. Cada escalera y acceso a la playa estaba flanqueado por dos farolas.
En el año 1965 se cambió la instalación eléctrica del paseo y se colocaron unas nuevas farolas de 15 metros con un báculo de acero galvanizado que soportaban dos brazos, uno con una lámpara de halógeno hacia el paseo, y otro con cuatro focos regulados de tal forma que alumbraba la arena, la orilla de la playa y la barra, además contaba con una célula fotoeléctrica par apagar el alumbrado de la playa a una determinada hora de la noche y continuar solo con la luz del paseo. Fue una buena forma de iluminar el paseo y la playa de Las Canteras pero tuvo el inconveniente de lo caro que suponía el mantenimiento a la hora de reponer los bombillos. Alguna que otra vez los vecinos tuvieron que hacer colectas para comprar bombillos debido a los pocos medios económicos con que disponía el Ayuntamiento por aquellos años.
A finales de los años 80, el servicio de alumbrado del Ayuntamiento dispuso reducir la iluminación hacia la playa y la barra. Así la iluminación hacia la barra y playa fue desapareciendo poco a poco, bien porque se redujo el número de focos a la mitad o porque los bombillos se iban fundiendo sin que se repusieran. Esta farolas tuvieron un grave problema ya que se oxidaban las bases que se encontraban ancladas en el paseo.
Comentario
Juan Alberto:
Sorprende saber que en los años 60 la iluminación era bastante parecida a la actual, adelantada a la época. Buen tiempo de crecimiento y desarrollo aquella época.