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Nace en Las Palmas de Gran Canaria en 1965.

Catorce exposiciones individuales, seis colectivas y veinte obras mayores para instituciones privadas y espacios públicos, son resultado del trabajo desde que se iniciara con su primera exposición a los diecisiete años. Su actividad profesional se desarrolla mayormente en Canarias, con incursiones en Madrid, Barcelona, Cuba y México.

Destaca en su trayectoria el hallazgo que supone la realización de escultura figurativa en mallametálica de acero inoxidable, con una obra propiedad del Museo de Escultura de Leganés, Madrid. Sin embargo, ha abordado distintos lenguajes plásticos, como Doble Giro (2001), en la Circunvalación de Las Palmas de G.C., o Los Piqueros (2004), en Artenara (G.C.), La Rama(2005) en Agaete (G.C.), las tres abstractas-alegóricas, y en contraste, la escultura a Teresa de Calcuta(2002), en Telde (G.C.), Catalina de Aragón (2007), en Alcalá de Henares, Madrid, figuración realista. La obra de Manolo González, aún siendo elaborada desde propuestas intelectuales sólidas, se determinan por su valor plástico, siendo para él imprescindible el equilibrio entre ambos conceptos, lo intelectual y lo estético.

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Miplaya: Tu escultura “Jacques Cousteau” surca los mares –casi– libre como un cetáceo a proa de los alisios en La Puntilla cada día. Háblame de ella, ¿qué significa para ti, sabiendo que la libertad y el espacio forman parte de tu reflexión creativa y marcan tu existencia?

M.G.: Es una de mis obras más felices. La tenía diseñada dentro de la serie “Abisal” (97-98) y sabía que su sitio era el mar. Un día me piden una propuesta para un homenaje a Cousteau, fallecido recientemente… y ya está. (Sería Poseidón), pero nunca lo tuve tan claro. No se trataba de representar al oceanógrafo, sino, a través de la escultura, perpetuar su discurso de conservación y respeto a la vida marina, representado en la alegoría de un cetáceo saltando. Nuestra generación tiene en la memoria las bellas imágenes de los documentales de Cousteau y los espectaculares saltos de estos mamíferos marinos, con la fuerza, la libertad y la vida que transmiten dichas imágenes. Con marea llena, batiendo las olas en el pie de la escultura y el día soleado, es un momento muy feliz. La pena es el entorno no natural… que crece y crece…

Miplaya: Algunos opinan que el paseo de Las Canteras se asemeja a un “portal de Belén” escultóricamente hablando, vamos viendo cómo se puebla de esculturas de personajes, reconocimientos merecidos, pero arte con ausencia de imaginación. ¿Qué opinas?

M.G.: Cuando una obra es solo reproducción de una imagen, sin más intención, no es obra de arte, es artesanía, y solo la defiende su buena factura, y eso se da en el menor de los casos. La “belenización” es un fenómeno que se viene provocando en toda la isla, y en algunos sitios de forma más severa que en la playa y en la ciudad. Obedece a un sentido de lo estético muy rudimentario. Abordan el asunto como quien decora un estante con un souvenir (recuerdo de Katmandú, pongamos por caso) o un álbum familiar que, aunque haya salido feo como un demonio en la foto, se pone igual; ahí, donde quepa, da igual; todo, muy de andar por casa. El problema no reside en los temas, sino en la forma de abordarlos, tanto por parte de los promotores como de los hacedores. La buena intención no es suficiente. La figuración, dentro de sus amplias posibilidades, es la más exigente de las estéticas: o está bien, o no vale. Algunas esculturas-personajes están más secas que una mojama y nunca debieron dejar de ser figuritas para estantes. Estoy convencido de que, si fueran buenas esculturas y estuvieran bien colocadas, las admiraríamos al margen de los gustos particulares. No obstante, la obra instalada en Las Canteras, comparada con el resto de la isla, se salva mayormente, a pesar de la poca fortuna de la colocación de alguna.

Miplaya: ¿Cómo se podría romper esta tendencia? ¿Cuáles serían tus propuestas para modernizar el arte urbano en Las Canteras, para intentar convertir el paseo, desde La Puntilla hasta el Auditorio, en un recorrido de arte llamativo y abierto a todas las tendencias artísticas actuales?

M.G.: Actuar con criterio, con mucho criterio, no a golpe de buenas intenciones e impulsos desconectados, con el resultado distónico que tenemos. El paseo desde Churruca al Auditorio tiene amplias zonas donde intervenir sin saturar, y manifiesta una dinámica distinta, donde las acciones artísticas, temporales o permanentes, parecen tener buen encaje. El paseo de Churruca a La Puntilla es más complicado porque cualquier acción lo estrangula, y ya de por sí tiene una dinámica de toda la vida, que, aunque siempre se puede enriquecer… a lo mejor está bien como está… a mí me gusta así; ha cambiado, pero sigue siendo el de toda la vida. Eso sí, debe ser atendido, mimado.

Miplaya: ¿Qué opinas de la estética urbana de Las Canteras? ¿Tienes alguna propuesta para mejorar la iluminación, los carteles, el mobiliario, las zonas peatonales, el ocio?

M.G.: Despotricar es muy fácil, reparar solo en lo feo, pero termina afeándonos a nosotros también. Desde que llego al paseo, respiro, aire y mar, y… como la Cenicienta, los harapos se convierten en galas, las más lujosas. La arquitectura, ahí está; no diría que es ecléctica, es un eufemismo; diría que es de aluvión y te encuentras de todo, como en el lecho de un barranco. Con satisfacción he visto algunas (pocas) nuevas intervenciones valiosas… espero que sean contagiosas. Me quedo con esas en la retina y salvo el momento.

Respecto a los elementos funcionales-ornamentales, por ser renovables, me preocupan menos. En cualquier caso, no me gusta el “uniforme”; como es vital la biodiversidad, lo es la variedad, lo diferenciado, pero con calidad, buscando la excelencia.

Corro por la orilla una o dos veces por semana al atardecer-noche y es uno de los momentos más gozosos. La playa, como espacio lúdico, está viva; hay muchas personas que la disfrutan a esa hora. El ambiente es excelente. Somos las personas las que damos sentido a las cosas; es nuestra responsabilidad disfrutarlas. Cuidarla compete a las instituciones públicas, pero, sobre todo y por encima de todo, compete a cada uno, que somos quienes la disfrutamos.

Miplaya: Para terminar, Manolo, ¿háblame de tus proyectos futuros a corto plazo?

M.G.: Trabajar, que tengo mucho que hacer, pero divirtiéndome. Cuando esté terminado… te lo cuento.

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