Una de las mejores medidas que se han tomado en la playa de Las Canteras ha sido, sin duda, la prohibición de pescar dentro de la Barra. Gracias a esta normativa, todos podemos maravillarnos cada día al contemplar la fauna marina con nuestras gafas y tubo.
Curiosamente, la prohibición de pescar dentro de la Barra, implementada a principios de los años 80, fue inicialmente una medida destinada a proteger a los bañistas de anzuelos, plomadas y otros riesgos derivados del “arte” de la pesca.
Sin embargo, esta ordenanza, en aquellos años ochenta, era frecuentemente burlada por pescadores de caña que, desde sus botes, se alejaban de la orilla, lo que dificultaba la actuación de los agentes de la policía local. Lo mismo ocurría con los pescadores submarinos que, armados con fusiles, fijas y tridentes, recorrían los fondos de la dársena capturando pulpos, chocos y centollos, entre otros animales marinos.
Durante los años 90 y en adelante, las distintas ordenanzas reguladoras de Playas y Costas fueron moldeando esta prohibición, enfocándola cada vez más hacia la conservación y el cuidado de nuestra biodiversidad.
A pesar de que hemos perdido muchas especies en las últimas décadas, otras se han multiplicado y asentado en nuestro entorno. La principal causa de este cambio en la biodiversidad ha sido la desaparición de las praderas de posidonia, grandes extensiones de sebadales que eran un auténtico hábitat y lugar de cría para muchas de ellas.
El “acuario” del que ahora todos disfrutamos y que debemos seguir cuidando no fue fácil de consolidar. El furtivismo era una práctica habitual en nuestra playa, especialmente en lo relacionado con la pesca submarina, más difícil de controlar. Solo con el paso de los años hemos logrado que esta práctica ilegal vaya desapareciendo.
Contar con un acuario natural como el nuestro ha sido un proceso lento, en el que todos los amantes de Las Canteras han contribuido con su granito de arena, ayudando en su protección y cuidado.
No obstante, aún queda mucho trabajo por hacer para convertir nuestra playa en una reserva natural plena, donde cada ser vivo pueda estar seguro de no ser capturado o atormentado. Debemos seguir trabajando principalmente en algunos aspectos: el cuidado de la fauna de nuestros charcos intermareales —toda la zona de Los Lisos debe estar más protegida— y la erradicación del furtivismo en el marisqueo y la recolección de especies.
A pesar de los retos que aún tenemos por delante, podemos sentirnos orgullosos de nuestro acuario natural. Es un logro de todos los que luchan por conservar este paraíso lleno de biodiversidad, a tan solo 10 metros de la urbe más importante del archipiélago.
Alimentar a nuestra fauna marina con pan u otros compuestos perjudica gravemente su salud, alterando su dieta natural y debilitando su bienestar.
TAN IMPORTANTE SERIA QUE HUBIERA VARIOS METROS MENOS DE ARENA QUE HAN TERMINADO CON LOS CEBADALES PARTIDO LA BARRA PRESIÓN ARENA DESAPARECE LUGARES DE CRIA PECES CRUSTÁCEOS
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Rafael Rodríguez Guerra:
TAN IMPORTANTE SERIA QUE HUBIERA VARIOS METROS MENOS DE ARENA QUE HAN TERMINADO CON LOS CEBADALES PARTIDO LA BARRA PRESIÓN ARENA DESAPARECE LUGARES DE CRIA PECES CRUSTÁCEOS