Las obras en los accesos de El Confital continúan, aunque con algunos meses de retraso en su finalización. El trabajo ha sido y sigue siendo arduo; los muros de piedra construidos y las redes anti-desprendimientos evitarán la caída de piedras en la carretera y en el paso peatonal durante la época de lluvias.

Pero se ha quedado algo atrás: la rehabilitación de la pasarela peatonal en sí.

Es una pena que las obras, financiadas por la Concejalía de Turismo del Gobierno de Canarias y ejecutadas por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, no contemplarán la reparación del camino peatonal. Dicho sendero para peatones se encuentra en un estado deplorable, con planchas y maderas sueltas, barandillas y hierros oxidados,  además de grafitis, tal como se evidencia en el collage fotográfico superior.

En principio, y así lo espero, confío en que una vez se abra la carretera tras las obras, se regule el tráfico de vehículos en el espacio del Confital. Lo ideal sería limitar al mínimo el acceso de coches a la playa, creando aparcamientos (tal como se anunció en la presentación inicial del proyecto) en el entorno de la entrada, junto al polideportivo Jesús Telo. Ante esta circunstancia, es fundamental tener una pasarela peatonal en perfectas condiciones para asegurar la seguridad de todos sus usuarios.

TA