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Martes 21 de junio: solsticio de verano

El verano de 2022 en el hemisferio norte comenzará el día 21 de junio a las 10 horas 14 minutos hora insular canaria según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional (Instituto Geográfico Nacional – Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana). Esta estación durará aproximadamente 93 días y 16 horas, y terminará el 23 de septiembre con el comienzo del otoño.

El inicio del verano en el hemisferio norte está definido por el instante en que la Tierra pasa por el punto de su órbita desde el cual el Sol presenta su máxima declinación norte. El día en que esto sucede, el Sol alcanza su mayor elevación sobre el horizonte al mediodía y describe en el cielo el arco más largo. Como resultado, ese es el día con más horas de Sol del año. Además, durante varios días la altura máxima del Sol al mediodía parece no cambiar, y debido a ello, al comienzo del verano también se le llama solsticio de verano (del latín solstitium, Sol quieto).

El comienzo del verano en el hemisferio norte coincide con el comienzo del invierno en el hemisferio sur.


El cielo durante el verano de 2022

Las noches del verano, aunque cortas, suelen ser las más cálidas del año, y por ello representan una buena ocasión para explorar el cielo. Además, en verano es frecuente viajar a lugares como el campo y la playa, que al tener un cielo oscuro nos permiten ver mejor el firmamento.

El cielo tras la puesta de Sol a comienzos del verano no tendrá ningún planeta visible, y habrá que esperar hasta mediados de agosto para poder ver Saturno salir por el este al anochecer. Al terminar la estación, Júpiter hará su aparición por el este tras la puesta del Sol. El cielo antes de la salida del Sol, por el contrario, empezará la estación con cinco planetas visibles: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. A medida que pasen los meses, los planetas se irán desplazando en el cielo, y al final de la estación solo quedarán Venus, Júpiter y Marte brillando al amanecer.

Además de los planetas, es fácil distinguir en el cielo grupos de estrellas brillantes. El más característico del verano es el triángulo formado por Altair, en la constelación del Águila, Deneb, en la constelación del Cisne, y Vega, en la constelación de la Lira. Es el llamado triángulo del verano, y es propiamente un asterismo pues combina estrellas de diferentes constelaciones. Hacia el sur, son típicas del verano las constelaciones de Escorpio, con la brillante y rojiza estrella Antares, y Sagitario, cuya posición indica aproximadamente el centro de la Vía Láctea. Esta banda blanca, que representa el brillo combinado de los millones de estrellas que componen nuestra galaxia, se puede ver en verano en todo su esplendor cruzando el cielo de sur a norte, aunque para distinguirla bien hace falta un cielo oscuro.

Otros fenómenos de interés astronómico durante el verano de 2022 serán las lluvias de meteoros de las delta acuáridas, cuyo máximo se espera hacia el 30 de julio, y las populares perseidas, con máximo hacia el 12 de agosto. Las lunas llenas de la estación tendrán lugar el 13 de julio, el 12 de agosto y el 10 de septiembre. La coincidencia de de la Luna llena con el máximo de las perseidas hará que este año sea más difícil disfrutar de las estrellas fugaces.

El 4 de julio se producirá el momento de máximo alejamiento anual entre la Tierra y el Sol, denominado afelio. Cuando eso suceda, nuestra distancia al Sol será de algo más de 152 millones de km, es decir, unos 5 millones de km más que en el momento de menor distancia (perihelio), que sucedió el 4 de enero.

Durante el verano de 2022 no se producirá ningún eclipse de Sol o Luna.

Algunas curiosidades sobre el verano

Con algo más de 93 días de duración, el verano en el hemisferio norte es la estación más larga del año. Ello es debido a que la órbita de la Tierra alrededor del Sol no es circular sino elíptica y el verano coincide con la época del año en la que la Tierra se encuentra más lejos del Sol. Cuando esto sucede, la Tierra se mueve más despacio en su órbita (según la conocida como segunda ley de Kepler), y por tanto necesita más tiempo para llegar al punto donde comienza la siguiente estación, que es el otoño.

El inicio del verano puede darse, a lo sumo, en tres fechas distintas del calendario (del 20 al 22 de junio). A lo largo del siglo XXI el verano se iniciará en los días 20 y 21 de junio (fecha oficial española), siendo su inicio más tempranero el del año 2096 y el inicio más tardío el de 2003. Las variaciones de un año a otro son debidas al modo en que encaja la secuencia de años según el calendario (unos bisiestos, otros no) con la duración de cada órbita de la Tierra alrededor del Sol.

Aunque el día del solsticio de verano corresponde al de mayor número de horas de Sol, la diferencia de horas entre el día y la noche depende de la latitud del lugar. Para la latitud de Madrid, el día del solsticio de verano tendrá 15 horas y 3 minutos de Sol, a comparar con las 9 horas y 17 minutos de Sol que tuvo el día más corto (solsticio de invierno). La diferencia entre el día más largo y el más corto es por tanto de casi seis horas de Sol. A medida que nos acercamos al ecuador, esa diferencia disminuye, mientras que en los polos terrestres la diferencia es máxima.

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