Estas aves llegaron al Centro de Recuperación del Cabildo con síntomas de desfallecimiento y pérdida de peso
El Cabildo ha devuelto a la naturaleza más de mil de animales en 2020 tras curarlos de daños por causa humana en su mayoría
Solo el 27 % de los ingresos se debieron a causas naturales
La inusual llegada de papamoscas papirrojos, carracas y oropéndolas a Gran Canaria abre una posible vía de investigación sobre los efectos del calentamiento global, en este caso sobre las rutas de las aves migratorias, puesto que además no son las únicas que han sido vistas de manera excepcional en la isla tras desviarse de su ruta habitual.
Estas aves ingresaron debilitadas en el Centro de Fauna Silvestre del Cabildo, a donde también llegaron críalos, correlimos falcinelos, alcotanes, urracas, martinetes y milanos negros, en todos los casos un único ejemplar, salvo de alcatraces, de los que llegaron cuatro, y en cualquier caso, todas aves que recalan en el interior de África o bien más al norte, en la Península.
Los ejemplares presentaron síntomas de desfallecimiento y pérdida de peso asociados a la permanencia en vuelo durante demasiado tiempo y han formado parte de los casi 1.100 animales silvestres, desde tortugas a chuchos, que el Cabildo ha devuelto este año a la naturaleza tras curarlos de daños causados en su mayor parte por la acción directa o indirecta del ser humano.