“Necesito el mar porque me enseña.”. Pablo Neruda

Viernes: aviso naranja por costeros (oleaje) y aviso amarillo por viento.

Así se vivía Las Canteras en los años treinta del siglo pasado

Pocas imágenes reflejan tan bien como era el ambiente de la playa de Las Canteras en los años treinta del siglo XX como esta hermosa fotografía histórica.

En la esquina derecha se asoma la caseta de Galán o “el balneario de Las Delicias”, un popular “restaurante-merendero-balneario” situado sobre la misma arena. Bajo su estructura podemos distinguir a dos niños, se metían debajo de los tablones porque los usuarios de la caseta les tiraban monedas, algunos pícaros aprovechaban para ver a las damas cambiarse a traje de baño.

En el mar, podemos ver la actividad de los botes y barquillos aparejados con vela latina. En la orilla decenas de personas pasean con sus albornoces o vestidos, los menores se bañan.

El muro rompeolas protege de las grandes pleamares a las casas y a la carretera de tierra (actualmente el paseo de Las Canteras y la calle Sagasta) que bordeada la Playa Grande, en el murete de piedras están situados los heladeros con sus carritos.

Los coches nos transportan a los años 30, traían a la “gente de bien” desde la ciudad vieja a pasar el día festivo en el popular restaurante de Galán.

El ambiente en la arena nos dice que era un día festivo de verano; en aquellos años no se usaba la playa antes de la fiesta de San Juan.

Al fondo, alejadas de la orilla, vemos las casetas de las sociedades o de las familias de bien, eran usadas como pequeños balnearios privados.

El edificio más alto corresponde al hotel Towers 

 

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