Foto portada. Amanece El Confital lleno de caravanas y furgonetas
El derrumbe de las cuevas de Los Canarios demostró la poca capacidad de las instituciones para gestionar los problemas que surgen en el espacio confitalero. Con la excusa de que parte de la playa sigue estando en manos privadas las instituciones responsables se desentiende del cuidado del lugar, uno de los iconos naturales de la ciudad. Pensarán, que más da, no sale en la foto….
Tras el derrumbe que dejó El Confital tocado llegó la contaminación fecal a su playa. Lleva tres años izada la bandera roja de baño «no apto» (aunque pocos siguen la recomendación…).
[su_heading size=»15″ margin=»40″]La eternización de su solución han profundizado en la crisis del espacio
El pico de contaminación de enterococos datado el día 21 de enero de este año 2020 por Salud Pública del Gobierno de Canarias eternizará los problemas de gestión de El Confital, hay que recordar que en un cajón del Cabildo Insular está olvidado un proceso participativo que costó miles de euros, un proyecto donde los ciudadanos aportamos nuestras opiniones sobre la gestión y los usos que queremos para este espacio maravilloso. Dicho proceso era vital para salvar al Confital de la desidia. En el momento de su presentación oficial se arrinconó por la aparición del episodio contaminante, en política lo político es lo primero.
El actual Confital es un ejemplo de conformismo institucional y ciudadano, también es un arma usada por los grupos políticos municipales para tirarse los trastos, sin avanzar conjuntamente en sus soluciones, una pena.
Ese conformismo ciudadano de no querer pelear, gritar y luchar por mejorar la gestión y definir los usos de un Confital para todos es lo que hace que el grano en el culo no se infecte.
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