Hasta finales del siglo XX, no existía un paseo por la playa de la Cícer. En su lugar, había un descampado de tierra y escombros que servía como punto de encuentro con la playa.
En esta curiosa foto de la colección de Vicente Girona, podemos observar cómo los vehículos llegaban hasta el borde de la loma que daba a la arena negra. El que se ve en la ventana de vehículo es Johny «el Inglés».
Al fondo de la imagen, se pueden ver las factorías de pescado de Lloret y Llinares.
Estas huellas están integradas en el pavimento frente al auditorio, permitiendo a los visitantes caminar entre ellas y sentir la conexión con las estrellas del cine que han pasado por el festival
El cambio de denominación de la playa de Guanarteme a La Cícer no se debió a una decisión administrativa formal, sino que fue un proceso gradual, impulsado por la presencia de la central eléctrica y su influencia en la identidad local
Los miembros de este foro consultivo se alinean con la necesidad de impulsar la investigación, la valorización económica de esta biomasa y la sensibilización ciudadana sobre su importancia en el ecosistema marino