A grandes rasgos se puede decir que las actividades desarrolladas en la bahía del Confital no cambian sustancialmente hasta casi finales del siglo XIX. Desde la conquista de Gran Canaria se había comenzado a utilizar como puerto y fondeadero, y para el carenado de barcos.
Hacia 1630 se comienza la construcción del castillo de Santa Catalina que junto con el primitivo castillo de La Luz protegían al istmo de los frecuentes ataques piratas.
En 1534 se hallaba surto en el puerto del Arrecife un navío que tenía por destino el puerto del Nombre de Dios en las Indias Castellanas, en el cual embarcan algunos vecinos de Gran Canaria. Años más tarde se encuentra también allí fondeada una carabela cuyo destino era Cartagena de Indias, y en 1588 pasó por allí otra embarcación con rumbo a la isla Margarita.
A medida que la ciudad va creciendo aumentan los intercambios comerciales, y la actividad del puerto del Arrecife, en la zona hoy conocida como La Puntilla, se incrementa de forma paralela.
La importancia del lugar se demuestra desde el momento en que es uno de los puntos que sufre las agresiones de la armada holandesa que ocupó la ciudad en 1599
El temible Pieter van der Does pone el pie en el istmo en el año 1599 aterrorizando a los primeros pobladores del istmo, que eran pescadores en su mayoría.







