Supera los 60 años, pero ahí sigue cogiendo olas. Octavio, una leyenda del surf local, aún disfruta como un niño surfeando olas en su querido El Confital. Un ejemplo a seguir por todos.
El cambio de denominación de la playa de Guanarteme a La Cícer no se debió a una decisión administrativa formal, sino que fue un proceso gradual, impulsado por la presencia de la central eléctrica y su influencia en la identidad local