“¡Gracias Manolo!” sonó al unisonó en el mítico Lloret en homenaje de sus amig@s surferos a Manolo Cyphelly, tristemente fallecido.
El recuerdo de las olas surfeadas juntos en el Pity Point de la Cicer flotaba en el ambiente. Sus compañeros de tantos y tantos días de olas …y de risas quisieron reunirse para rendirle un homenaje a uno de ellos que ya surfea en otras dimensiones celestiales.
Toda su familia; su desconsolada madre, la escultora Ana Luisa Benítez, Stephanie, su joven viuda, suegro, etc, llenaron el Lloret de emoción y fueron consciente del amor y de la devoción que sus amig@s sentían por Manolo Cyphelly.
Nunca olvidarán esta mañana de diciembre.
Manolo, escultor de gran prestigio, como su madre, deja una legado artístico importantísimo.
Sus conocidos quieren reforzar su recuerdo y su sonrisa e intentarán que una obra suya, una de sus esculturas, sea instalada en las inmediaciones del Pity Point.
En un momento así de silencio, él hubiera salido por un ratito de su mundo, mostrando desde muy niño su ingenio.
Hubiera disparado con esa mirada afilada una broma, una sonrisa socarrona o simplemente y siempre dos palabras acertadas.
Apasionado en lo que andará o estuviera, así fue el más amigo, uno como nadie.
Sabía que el camino se hace andando, escalar los montes más altos, lanzarse al vacío sin miedos.
Se nos reveló poquito a poco y paso a paso un Maestro y profundísima fuente de inspiración: Pura psicodelia, un hombre todavía muy Animal, una Roca viva, un buen gamberrete y Rey del mambo, un buda, un Amor de persona y siempre, siempre su mayor deseo fue y es lo Mejor para el Mundo.
Javi Polo
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