Los vecinos de la calle Sargento Llagas, en la Playa Chica, cansados de los alborotos nocturnos, se han puesto en marcha para invertir la situación causada por los locales y el botellón en la calle.
En los años 80, Sargento Llagas tenia buenos restaurantes repletos de turistas, el restaurante Le Francaise, el Baldaquín, etc. Tras cenar, los turistas tenían el Bar Texas para echarse una copa. Todavía abierto, es el único “superviviente” de aquel boom turístico. En aquellos años había plena convivencia entre vecinos y locales.
Los tiempos y los locales han cambiado convirtiendo esta calle de Playa Chica en un lugar donde los residentes son incapaces de dormir con tranquilidad.
Botellones de madrugada, terrazas que no cumplen ni horarios ni colocación de sus mesas en la calle, locales con sospecha de trapicheo son las causas de este desasosiego vecinal.
Muchas mañanas, el olor a orines y el rastro de cristales rotos hacen ver la realidad nocturna.
Ahora los vecinos han empezado a coger firmar para entregárselas a la autoridad municipal. Quieren que los alborotos se controlen, y que los bares y terrazas cumplan con las normas de convivencia.
La redes sociales son usadas también para denunciar la situación, llamando la atención del Ayuntamiento, su alcalde y de la policía local.