Toneladas de escombros de todo tipo han sido sacados de la arena de La Cicer en una semana de trabajos de extracción. Los trabajos pararan dejando muchísimos restos sin extraer.
Solo ha sido la punta del iceberg de lo que esconde esa zona de la playa de La Cicer, en otro tiempo espacio ocupado por la desaparecida central eléctrica.
Lo más preocupante es el olor a petróleo que surge cada vez que se hace una cata.
Es muy importante extraer todo lo que la arena cubre y esconde para garantizar la buena salubridad de la playa.
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