Una pareja de camellos, cargados de mercancías, avanza por lo que hoy en día sería la zona de la plaza del Pilar. Al fondo se distingue la silueta de los volcanes de La Isleta.
Una pareja de camellos, cargados de mercancías, avanza por lo que hoy en día sería la zona de la plaza del Pilar. Al fondo se distingue la silueta de los volcanes de La Isleta.
Los camellos, conducidos por su camellero, probablemente llegaba desde Las Medianías, transportando productos del campo como frutas y verduras.
Era una imagen habitual en los tiempos pasados, cuando los caminos eran de tierra y las bestias de carga constituían el principal medio de transporte entre el interior de la isla y la costa.
El camellero, conocedor del terreno y del carácter de sus animales, guiaba con destreza la caravana por veredas y senderos, cruzando barrancos y laderas hasta alcanzar su destino, probablemente algún núcleo urbano o mercado.
Esta estampa forma parte del patrimonio etnográfico de Gran Canaria, recordándonos un modo de vida en estrecha relación con el paisaje y el esfuerzo humano.