El Ayuntamiento controla la población de palomas en la Playa de Las Canteras con aves rapaces.

• Las concejalías de Salud Pública, Limpieza y Ciudad de Mar han impulsado este método, normalizado en los aeropuertos, para ahuyentar estas aves urbanas de esta zona de la ciudad y evitar que se conviertan en plaga, utilizando el miedo real que tiene la presa hacia su depredador, con lo que se logra ahuyentarlas y obligarlas a cambiar el hábito de volar o dormir en la zona

• El Servicio de Salud Publica interceptó durante 2014 un total de 5.493 palomas, mientras que en los dos primeros meses de 2015 el número de aves capturadas fue de 816, frente a las 1.082, del mismo período de 2014

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha puesto en marcha hoy, miércoles 11 de marzo, en la Playa de Las Canteras, el uso de aves rapaces como método complementario para el control demográfico de las palomas urbanas. Los concejales de Salud Pública y Limpieza, Mimi González y Óscar Mata, respectivamente; junto con el especialista en control de fauna urbana de la empresa Necaex, Carmelo Walo, han asistido al primer vuelo de estas aves de presa, tres águila de Harris, para ahuyentar a las palomas de esta zona de la ciudad.

El vuelo de las águilas e incluso su presencia sirve para provocar incomodidad en la población de palomas en la playa. Este sistema, que se utiliza de manera habitual en los aeropuertos, es considerado por los expertos como un método eficaz, selectivo, ético con el bienestar animal y sostenible.

El Consistorio ha evaluado este sistema con diferentes pruebas pilotos que han demostrado su eficacia antes de adoptar este singular sistema entre las campañas periódicas que se llevan a cabo para alcanzar un censo sostenible de las palomas en la ciudad. El uso de la cetrería para controlar estas aves se basa en el miedo genético que soportan estas aves hacia sus principales depredadores, las rapaces, lo que les obliga a desplazarse para evitar su encuentro.

Para el control de fauna que ha arrancado hoy, en el Paseo y en la Playa de Las Canteras, se usarán varios individuos de Águilas de Harris (Parabuteo unicinctus) que irán provistas de cascabeles, así como emisores de búsqueda con telemetría, para evitar su pérdida. Todas las aves han nacido en cautividad, poseen anilla cerrada y están inscritas en el registro de cetrería del Cabildo de Gran Canaria.

Las aves volarán a diferentes horas del día, de forma discontinua, cuatro días a la semana durante aproximadamente una hora. Este método de basa su eficacia en el miedo real que tiene la presa hacia su depredador, con lo que se logra ahuyentarla y obligarla a cambiar el hábito de volar o dormir en la zona.

Balance del control demográfico de palomas

El control de la población de palomas se justifica por razones sanitarias, ya que estas aves y sus nidos contienen agentes que causan numerosas enfermedades; razones económicas, porque sus excrementos son extremadamente ácidos y causan desperfectos en edificios y mobiliario urbano, con un impacto visual desagradable; y problemas de convivencia ciudadana, ya que una excesiva proliferación de estas aves provoca numerosas quejas por parte de los vecinos que soportan la suciedad que éstas generan.

El servicio de Salud Publica interceptó durante 2014 un total de 5.493 palomas. En los dos primeros meses de 2015 el número de aves capturadas fue de 816, frente a las 1.082, en los meses de enero y febrero de 2014. La concejal del área, Mimi González, explicó que gracias al trabajo continuo de los operarios del servicio de control de aves urbanas, el número de palomas se está controlando, a pesar de que se trata de una especie que se reproduce con gran facilidad, con hasta cinco nidadas al año.

El Consistorio capitalino utiliza para el control de estas aves diferentes sistemas, entre ellos, el lanzamiento de una red lanzadera de captura en unos 70 puntos de la ciudad, con una especial atención al entorno de la Playa de Las Canteras, en la Plaza de La Puntilla, Mercado del Puerto; a la altura de los hoteles Cristina y Reina Isabel, en el Paseo de Las Canteras; en zona de la clínica San José; en las calles Tenerife, Fuerteventura, Hierro, los Martínez de Escobar, Olof Palme y Churruca; en La Cícer y en los Jardines del Auditorio Alfredo Kraus. Se trata de una red manual, fácil de manejar, que se utiliza preferentemente para bandadas pequeñas, pues su alcance es limitado, en zonas de paso peatonal al tratarse de un sistema seguro, discreto y rápido.

Otro de los sistemas que se utilizan para el control de las aves urbanas son las jaulas trampas, estructuras metálicas de malla, equipadas con un sistema de agua y comida, y una trampilla de sentido único que permite entrar a las palomas pero no salir. Estos equipamientos se ubican en distintos puntos de la capital, como el Club Victoria, en el Paseo de Las Canteras; en el Colegio del Carmen, en la calle Veintinueve de Abril; en el Instituto de Educación Secundaria Nuestra Señora del Pilar, en Guanarteme; en el Parque Juan Pablo II, en Siete Palmas; en la sede del Instituto Nacional de la Seguridad Social, en la calle Pérez del Toro; en el Colegio Dominicas, en la calle General Bravo; en la antigua Fábrica del Hielo, en la Plaza de Manuel Becerra, y en el Parque Doramas.

Una de las actuaciones de captura de estas aves urbanas más llamativas, se realiza dos veces al año, con un innovador sistema que impulsa una red de unos 25 metros, con un cañón de gas, en zonas de alta concentración de palomas.

Los ejemplares capturados se someten a tres procesos. Por una parte, se toman muestras para conocer el estado de salud del animal. El segundo proceso es la selección de las palomas anilladas. Estos ejemplares se entregan a la asociación colombófila para que sus dueños puedan recuperarlos. Por último, los veterinarios de Salud Pública liberan a aquellos ejemplares de especies protegidas, en caso de haber sido capturadas.

Hábitos ciudadanos para evitar la colonización de palomas

La Concejalía de Salud Pública y el Servicio de Limpieza recuerdan que no se puede alimentar a las palomas en la calle, ya que pueden constituirse en plaga por la reproducción incontrolada y los problemas de salud pública que originan. Esta actuación está prohibida por la Ordenanza Municipal sobre Protección y Tenencia de Animales (art. 19) y su falta puede ser sancionada con multas de entre 30 y 150 euros.

Entre las acciones que los técnicos recomiendan para evitar una plaga de estas aves se encuentra la limpieza y el mantenimiento integral y continuo de las fachadas, cornisas y azoteas para evitar que encuentren sitios adecuados para hacer sus nidos o para posarse. Además, se aconseja adoptar medidas de protección como mallas, pinchos y varillas, entre otros, en viviendas, edificios y solares, sobre todo si están deshabitados, ya que pueden ser colonizados rápidamente.

Nota de prensa.

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