Una decisión política, lejana y favorable a unos intereses privados, contrarios a la opinión de una gran mayoría del pueblo canario, pone en peligro la conservación de las Islas Canarias.
La misma prospección, ver si hay petróleo o no, a 60 kilómetros de las islas ya pone en riesgo nuestras costas, nuestra biodiversidad marina. Los canarios podemos pagar un precio muy alto por los intereses de una empresa privada, apoyada por intereses políticos contrarios al interés mayoritario de los ciudadanos de las islas.
No hay un solo ciudadano de estas islas que no este orgulloso de su tierra, de sus costas. Si, todos sabemos que hemos hecho las cosas mal, hemos llenado nuestros más bellos rincones y playas de cemento, para beneficio de algunos, sin primar en el interés general, sin cuidar nuestras bellas islas. Con la mala premisa de “pan para hoy, hambre para mañana” pero tenemos tiempo de rectificar y no volver a cometer errores, estamos a tiempo de cambiar el rumbo y empezar a propiciar un futuro digno para los nuestros.
En caso de accidente, de un error, no habrá rincón de Canarias, ni el punto más hacia el oeste de El Hierro que no corra peligro de verse influenciado por las nefastas consecuencias de un derrame de petróleo.
Las islas tienen unas condiciones únicas para obtener la energía del sol, del viento y del mar. Energías limpias y sin ningún tipo de peligro, que aprovechadas de una forma correcta minimizaríamos nuestra dependencia de los combustibles fósiles. Esos que se agotan y que contaminan.
No nos dejemos confundir con que habrá trabajo con el petróleo, cogeremos las migajas. Migajas a costa de un riesgo importante. Demasiado precio podríamos pagar para que unos señores de fuera que no sienten ni padecen se lleven el gran pastel. Que les importará a ellos nuestras islas. De esto sabemos muchos los canarios.
Tod@s; tú, él, ella, aquel…. pescadores, navegantes, marinos, bañistas, submarinistas, surferos, empresarios que piensan en el futuro, gente que ama a nuestras islas, políticos comprometidos con su pueblo, etc deberían de pensar que no vale la pena arriesgarse, arriesgar nuestro futuro simplemente por y para el beneficio de una empresa privada.
Desde aquí hacemos una llamada a los alcaldes, concejales, presidentes de cabildos, consejeros, políticos del Partido Popular, de cada pueblo, de cada una de las isla, que sean coherentes con los ciudadanos que les pusieron en sus cargos, y se unan al grito del NO al petróleo. Si no deberían de dimitir. Es incompatible estar de acuerdo en arriesgar el futuro de nuestras islas, y trabajar por el bien de ellas.
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