De 1925 a 1970, Roma y Buenos Aires estuvieron unidas por un cable submarino telegráfico que atravesaba Las Canteras
La playa de Las Canteras no sólo guarda en su orilla historias de arena y sol. El enclave situado entre las actuales calles Pelayo y Gravina fue durante 45 años un lugar estratégico para las comunicaciones entre Europa y América Latina. Allí, en el solar que hoy ocupa un edificio de viviendas de cuatro plantas -Portugal, 74-, se ubicó en 1925 Italcable, la compañía italiana de cables telegráficos submarinos.
La compañía Italcable, de capital privado pero apoyada por el estado italiano, fijó su sede en Las Palmas de Gran Canaria en 1925 en Guanarteme para servir de apoyo al cable telegráfico submarino que desde Anzio (Roma) recorría Málaga-Las Palmas de Gran Canaria-Fernando de Norohna (Brasil)-Uruguay-hasta llegar a Buenos Aires. El edificio, de dos plantas, servía tanto de residencia para el jefe de la compañía como sede telegráfica y de reparaciones para el cable.
El 1970, la compañía cerró y el edificio de los años 20 se quedó ‘varado’ en primera línea de playa durante varios años sin que nadie se quisiera hacer cargo ni del inmueble ni de la maquinaria hasta que una constructora peninsular lo compró y lo convirtió en un unos apartamentos.
Texto de Agustin Miranda Armas.
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Comentario
Yolanda Macías:
Busco a una persona que trabaja o trabajo ahí en los 70, Vittorio Carratelli, saben de él?