Ya no se puede ir a la playa en coche particular. Están ensanchando las aceras, haciendo peatonales las calles, zonas de aparcamiento verde-azul. La guagua no da el servicio y la frecuencia que se espera de ella.
Tengo una canoa, una Rotomod, de plástico pequeña. El pasado jueves quise quitarle el polvo y sacarla por la playa a navegar y darle un poco al remo. Me he puesto toda la vida por la zona de la Peña la Vieja y como vivo en Las Rehoyas metí la chalana en el coche y tiré para la playa. Fuerte calvario. Me puse a dar vueltas por donde había encontrado aparcamiento gratis toda la vida, vuelta arriba o abajo, a veces a la primera y todo. Pero todo era zona verde, 1 hora máximo o zona azul, que estaba todo pillado y lejos. Contando que llevo la barquita de 20 kilos de peso. Nada, que aparco en zona verde en Arístides Briand, bajo por la calle Kant, recto a la playa. Allí pido el favor de que me vigilen la canoa para ir a buscar aparcamiento. Después de doce vueltas, me canso y lo meto en el aparcamiento de Olof Palme. Estaba desesperado. Bajo para la playa, deseando meterme en el agua, sudando, con el calor que hacía y aunque la marea estaba rabiosa por las mareas del Pino, consigo darme el gusto y navegar dándole a los remos. Fui a pasar el día de playa también, eso implica que llevaba bocadillo y líquidos. Vamos las cuatro horas no me las quita nadie. Me sorprendió la poca gente que había en la playa a pesar del calor y lo comenté con unos conocidos de toda la vida que estaban por allí, ya que la playa va por zonas y algunos nos conocemos de siempre. Yo soy de la Peña la Vieja, otros son del muro Marrero, La Cicer, el Reina Isabel, la Puntilla, etc. Me comenta este matrimonio de jubilados, de Schamann, que ellos antes traían su coche, venían con los nietos y estaban todo el día, pero ahora bajan en guagua solos, se quedan en la parada más cerca a 800 metros y caminan. El año pasado, iban a full; nevera, sombrilla, sillas para los dos, los juguetes de los chiquillos y mucha comida. Bocadillos para comer y merendar. Ya no se puede mi niño. En la guagua no cabe todo y nos deja lejos, porque no es solo bajar, después hay que subir y estos niños son el diablo. Pasamos lista preguntando por las diferentes familias que se solían poner y más o menos, salud arriba o abajo, todos los comentarios estaban relacionados con el desproporcionado y obsesivo acotamiento de los alrededores de la playa, su poco accesibilidad, si no tienes dinero en el bolsillo. Por cierto, el parking me salió por 8,85 euros.
Antonio Guzman.
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