El paseo de la playa de Las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria, es un inagotable muestrario del género humano. En sus bancos charlan los amigos o se devoran a besos los jóvenes amantes
A lo largo de años he caminado cada noche, y muchas mañanas, por el malecón de Las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria. Mis permanencias en un hotel situado en pleno borde del mar han llegado a durar hasta tres meses, por lo que puedo asegurar, sin riesgo de equivocarme, que debo haber pasado 90 días seguidos caminando y observando atentamente a la gente que me cruzaba, unas tres horas cada día, o sea, un total de 270 horas, aproximadamente. Y sin entender gran cosa.