Es uno de los lugares estrella de la Barra Grande. La chiquillería en la edad del pavo se priva por probarlo. Hay tardes veraniegas, en marea vacía, de mucho tumulto en este lugar. Much@s quieren demostrar ante sus amad@s que son l@s más valientes lanzándose tras La Barra, para luego subir de nuevo a este arrecife milenario impulsado por la madre ola. Los raspones y arañazos están a la orden del día, pero da igual, tirarse en el Ascensor en un acto imprescindible e iniciático para cualquier player@ joven que quiera pertenecer a la gran tribu canterana.
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