Son 6 o 7 los pescadores profesionales que quedan en la playa de Las Canteras, y están desesperados para poder vender sus capturas en la playa. Ellos salen hacia el horizonte cada mañana con la ilusión de una buena pesca, cuando llegan a la orilla se encuentran que no pueden vender su pescado a los playeros, turistas y vecinos en la orilla de Las Canteras como antaño. El Ayuntamiento se los prohíbe. Ahora resuelven su “problema “ entre la clandestinidad y la cofradía de San Cristóbal, que les controla las ventas.
Que bonito seria poder volver a comprar pescado en la playa de Las Canteras. Eso si, dentro de una pesca sostenible, artesanal y controlando muchísimo las tallas de las capturas.