Ha ocurrido en otras ocasiones que, durante las mareas altas, la arena de la zona de playa que limita actualmente con el mamotreto de Churruca, anteriormente con la central eléctrica de la Cícer, es arrastrada, dejando al descubierto los restos de las antiguas estructuras de los pozos. Estos restos podrían contener residuos antiguos de aceites que, al no estar cubiertos por arena, emiten olor cuando la marea está alta.
A continuación, le proporcionamos unos párrafos de una noticia antigua nuestra. El olor en estos días es menos intenso que el descrito en esta noticia de hace un par de años.
Después de algunas mareas altas, el fuerte olor a gasoil en la zona de la Cícer, denunciado anteriormente por esta página web, volvió a manifestarse.
Esta vez, la situación se vio agravada por la gran afluencia de personas en la playa.
El domingo 17 fue quizás el día en que se percibió más este olor, tanto en la arena como en el agua. Siempre huele cuando la marea está alta.
Según testigos presenciales, hubo personas que se retiraron de la playa con picor en los ojos y molestias en la garganta, resultado de bañarse entre estas ’emanaciones gaseosas’. Gracias a la información recopilada por colaboradores de esta página web, y según un vecino de la zona que trabajó en las excavaciones realizadas hace algunos años para construir el -nunca utilizado- aparcamiento de la Cícer, sabemos que al realizar catas en dicha parcela, la piqueta utilizada salía impregnada de aceites y gasóleos. Por lo tanto, deducimos que debajo de la arena debe de haber algún antiguo depósito utilizado por la desaparecida central eléctrica que contenga estos residuos de fluidos contaminantes. Debido a la acción de las mareas altas, alguna tubería podría quedar expuesta por el agua, lo que causaría la emisión de estos restos contaminantes hacia el aire y el agua
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