La presión mediática hizo que Nardy aflojara su pretensiones de que otra concejalía se hiciera cargo del mantenimiento de las barandillas, y ha tenido que enviar a uno de sus hombre a limpiar de herrumbre las abandonadas, hasta esta semana, barandillas de Las Canteras. Este hombre es Pepe. Don José es uno de los que más saben de estas barandillas ya que hasta hace dos años era el encargado de quitarles el herrumbre y limpiarlas. Así estuvo años. El herrumbre volvió a Las Canteras cuando el fue destinado a otros menesteres al interior de la ciudad. El sabe que para las barandillas de La Cicer con agua y jabón basta para dejarlas brillantes como un espejo, pero para las de la playa grande es necesario acido y un buen estropajo de pinchos, ya que la superficie rugosa de los trasversales necesita un duro trabajo de mantenimiento. Pepe no tiene prisa, dice que de lunes a viernes el solo es capaz de limpiar de herrumbre toda la playa. Por ahora ya recibe las primeras felicitaciones de los usuarios del paseo que ven que las barandas vuelven a brillar.
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