Esta información está escrita en clave de editorial, porque es un visión muy particular de un percance que gracias al temple del rescatado acabo con un final feliz.
Así sucedieron los hechos cronológicamente, que cada cual reflexione sobre lo aquí expresado..
Sábado 5 de febrero
9:45 h. El surfero pierde su gran tabla al intentar cruzar la fuerte rompiente a la altura de la barra, en La Cicer, hay mucho “inconciente”.
9:50 h. Tras algunos momentos de zozobra, y muy inteligentemente por su parte en vez de luchar para llegar a la orilla, opta por salir fuera de la rompiente a las aguas más o menos calmadas de tras de La Barra, allí flota ayudado por el remo de su tabla ( surf a remo).
9:55 h. Lo vimos y llamamos a la Cruz Roja, no contestan, nos sale un contestador automático. No han llegado al puesto, de vergüenza. no por los socorristas, sino por sus técnicos superiores que no tienen ni idea de lo que se cuece diariamente en esta playa.
9:58 h. Llamamos al 112, después de un breve charla se opta por mandar el helicóptero.
9:59 h. El surfero flota tras La Barra.
10:01 h. Un valiente buquero puede llegar hasta el y tras comprobar su estado puede regresar a la orilla a pedir ayuda, quizás no sepan que ya esta pedida.
10:05 h. Nos llaman del Servicio Aéreo de Rescate para comprobar el estado del surfero y tomar la última decisión para mandar el helicóptero. El surfero sigue flotando y haciendo señales con el remo 25 metros por detrás de la rompiente.
10:18 h. Llega el helicóptero, tras dar una vuelta y colocarse, baja un rescatador y recupera al surfero. Final feliz
PD: Se merece esta playa, orgullo de todos los ciudadanos de esta ciudad, una Cruz Roja que no llega hasta las 11-12 de la mañana, se va muy pronto por la tarde, y tiene la mitad de la playa desatendida. Una zodíac o su flamante moto de agua, si hubiesen estado preparadas a una hora lógica, hubiera solucionado el problema en 5 minutos, sin poner en peligro la vida de nadie.
www.miplayadelascanteras.com
Testimonio del rescatado:
“Después de estar un rato mirando desde la avenida, decidí darme un baño. Vi que era factible el entrar y coger un par de olas. Pensé que con no coger las olas de serie no tendría ningún problema. Y así fue, me bajé una olita buena, y cuando fui a remontar, me tiré de la tabla (como se hace en el Paddle board) para pasar por debajo de la ola. Fue entonces cuando la tabla tiró de mi y se rompió la amarradera de la tabla. En un primer momento pensé en nadar para ir a por la tabla, pero un par de olas de serie me sacudieron y me di cuenta de que lo podía pasar muy mal y decidí nadar hacia a fuera para pasar la rompiente.
Después de estar haciendo señales con el remo, se acercó un chico con un bodyboard, Jorge (le doy las gracias infinitamente), intentamos remar hacia un lado para salir de donde rompían las olas con más fuerza, pero vi. que había mucha corriente y me iba a cansar. Jorge me sugirió que me subiera con él en el bodyboard y bajar una ola juntos. Le comente que podía ser peligroso, que era mejor que el se acercase a la orilla y yo me quedara allí a esperar a la cruz roja. Quedamos en que Jorge alertaría a la cruz roja y yo esperaría, me sentía bien, no estaba cansado, y estaba muy tranquilo.
Imaginé que vendría la cruz roja en zodiac o en la moto de agua, pero miraba el reloj y no venía nadie. Seguía haciendo señas con el remo, aunque en todo momento estuve tranquilo.
No entendía como tardaban tanto, pensé: y si me llego a golpear la cabeza o es alguien que pierde los nervios ?
Ya pasado un rato, vi que se acercaba un helicóptero y me decía: Espero que no sea para mi.
Se acercó y bajó un buzo, me colocó el arnés y subimos. También tengo que dar las gracias a la patrulla de socorrismo por su profesionalidad.
Volamos hasta el Hospital Negrín y allí me esperaba una patrulla de policía que me acercó hasta La Cicer. La policía local me tomó los datos para dar parte y por si acaso alguien encontraba el remo que dejé en el agua por el rescate.
Me esperaban unos amigos con el paddle board que habían subido a la avenida y nos fuimos a casita. Todo quedó en una historia para contar. En ningún momento pasé peligro. Creo que las medidas que se tomaron, aunque son las correctas, fueron exageradas, ya que, con una moto de agua, en 5 minutos estaba todo arreglado.
Analizando la situación, te das cuenta de que la playa necesita ser vigilada y asistida desde que amanece hasta que anochece, no a partir de las 11 que es cuando empiezan a trabajar los encargados de la seguridad de la playa. Con una moto de agua o una zodiac se hubiera saldado la situación en apenas 5 minutos. Más si cabe con la cantidad de surferos que se encontraban esta mañana en la playa, campeonato de surf infantil incluido”.
Un Saludo
J.I.N.
PD: Creo que no tuve nada de inconsciencia, sabia perfectamente que hacia y que condiciones de olas tenia el mar.