Amigo Luis Báez, me enteré que habías emprendido la Gran Marcha, estando yo en la Avenida de Las Canteras. Que casualidad. Estaba poniendo por orden unos apuntes, sobre la vez que fuimos a Tenerife para subir al Teide. Octubre 1956. Me faltaban unos detalles sobre horarios de la caminata, y quería consultarlo contigo. Éramos tres, Luís Arencíbia, tú , amigo Báez y un servidor. Mirando hacia la Playa, esta Playa a la que tú venerabas, recordé vivencias pasadas. Las olas de este mar te van a echar de menos. Desde el Confital hasta el Auditorio, el mar, la arena, los mariscos y peñas de todo el litoral van a preguntarse que donde te has metido. Cuando asimilen tu ausencia se entristecerán. Se negaran a admitir tu marcha. Yo creo que ya formabas parte de todo eso y te recordarán siempre…”si hombre, lo tienes que conocer ¿Quién no conoce en la Playa de las Canteras a Luis Báez Quevedo?”. No solo tu relación era con la marea. También las montañas te extrañaran. ¿Cuántos senderos hemos caminado juntos?, ¿Cuántos Pinares hemos pateado?…en Tamababa, Inagua, Pajonales, Ojeda, Tirajana…recuerdo una buena caminata cuando subimos por el Roque Saucillo, cargando con una imagen de San Francisco Javier, 50 Kgs. , (éramos diez o doce). Formaste parte de las Columnas, de los Puntales en los que se afirmó nuestro querido Grupo Montañero Gran Canaria allá por 1.954. He mencionado anteriormente montañas y playas , que te echaran de menos…amigo Luis, me puedes creer, que yo me uno a ese mar, a esas peñas, a esas montañas que extrañarán tu ausencia física. Adiós amigo, gran amigo Luis, hasta la vista, seguiremos la conversación en otro momento. Dejo de escribir pues el salitre me está entrando en los ojos…
Vicente García Rodríguez
19/10/2009