Así era la imagen de Las Canteras en las Navidades de finales de los años sesenta.
Las Canteras estaba repleta de turistas, principalmente escandinavos.
El gran pino traído desde los bosques de Suecia -donado por la comunidad escandinava residente en la ciudad- decoraba con sus ficticios regalos el paseo de Las Canteras a la altura del balneario del «Reina Isabel», mientras: miles de turistas abarrotaban la arena de la playa y disfrutaban del sol invernal.
Leave a Reply