En el periódico La Provincia/ Diario de Las Palmas del pasado 27 de Marzo, leí que se murió Richard Widmark. Me acordé enseguida de su cínica risa de malvado, de los malos. La empleaba cuando disparaba y mataba a alguien, ¿lo recuerdan?, su hija en cierta ocasión le rogó que dejara de hacer papeles de villano. En la película Kiss of Death- El Beso de la Muerte-, vestía un terno negro, con la americana cruzada, sombrero, y creo recordar que llevaba corbata blanca. Lo clásico. Cuando más adelante pasó a interpretar personajes de policía o de buena persona, tenía yo tan grabada sus actuaciones de ganster malo, que esperaba en cualquier momento fuera a cometer alguna tropelía. Junto con la lectura de su nombre se me acercaron otros, que estarán haciendo películas sabe Dios donde. Antes de hacer esta pequeña remembranza, pido licencia para escribir algunos nombres tal y como los pronunciábamos en “canaringlis”. Creo que así puede ser más real y fácil el traslado a aquellas películas y artistas. A lo mejor arranco alguna sonrisa. Vamos a ver. Artista y película. Espenser Trasi y Robert Gualquer, Mar de Hierba. Yoel Maccrea, Unión Pacific, recuerdo aquella inolvidable escena, cuando vio al bandido, reflejado en el espejo del bar, y se volvió como un rayo desenfundando el revólver de nacarada culata, dejando seco al malo de un certero disparo. Jo. Gari Cuper, Ray Milar y Rober Preston, Beau Geste. Rita Jaiuor, ¡que guapa era la tía!, se me acaba de olvidar el nombre de la famosa película donde Glen For le soltó un tremendo cachetón. Gari Cuper, El Forastero. Eguar je Robinson, Cayo Largo. Jumprei Bogar, El tesoro de Sierra Madre. Tairon Poguer y George Sander, El Hijo de la Furia. Charles Lauton y Clar Cable, Rebelión a Bordo. Yonni Guismuller y Mauren Osullivan, Tarzán y su Compañera y la saga.(Las vi dos o tres veces). Ester Guilian, Escuela de Sirenas. Bur Lancaster, El Halcón y la Flecha y Veracruz. Jenri Fonda, El Hombre de las Pistolas de Oro. Grégori Pec, Duelo al Sol. Yon Guaine y Victor Malaglen, El Hombre Tranquilo…y tantos otros. Se me quedan detrás una tonga de ellos, pero los dejo adrede para que ustedes pongan algo y de camino me acompañen en este traslado retrospectivo y peliculero. Desde luego, y termino enseguida, eran unos artistazos toda aquella gente. No se trata de desmerecer a los actuales pues hay, sin duda alguna, excelentes actores. No se trata de eso. Pero no es lo mismo. La “jechura” que tenían esa gente era inigualable, aunque la mayoría de ellos no pasaron por academias de interpretación. Las lánguidas miradas de ellas, sobre todo la Marlene, mostrando cada vez que podía, sus bellas pantorrillas, cigarrillo en ristre. Virginia Mayo, con su pícara sonrisa, también enseñando sus bien proporcionadas extremidades. La pachorra, ellos, cuando entraban en un saloon y desparramaban una despaciosa y penetrante mirada, para localizar al malo…o manejando la espada y el arco…
Creo que toda esa gente se llevó con ellos el mágico mundo con que nos envolvieron. En fin, así fue la cosa.
Vicente García Rodríguez
Ayúdanos a seguir informando día a día sobre nuestra playa: dona